Pregunta
¿Es Dios justo?
Respuesta
Justicia es un término utilizado para lo que es correcto o "como debe ser". La justicia es uno de los atributos de Dios y fluye de Su santidad. Justicia y rectitud se utilizan a menudo como sinónimos en la Biblia. Dado que la rectitud es la cualidad o carácter de ser correcto o justo, es otro atributo de Dios e incorpora tanto Su justicia como Su santidad. No podemos comenzar a comprender la justicia de Dios a menos que primero comprendamos el pecado. El pecado es anarquía (1 Juan 3:4) e iniquidad (Daniel 9:4-5; Miqueas 2:1; Santiago 3:6). Encarna todo lo contrario a la naturaleza santa de Dios y le resulta ofensivo. Por lo tanto, el pecado es un crimen contra Dios, y la justicia exige una pena de muerte y separación de Él por ello (Romanos 1:18-32; 2:5; 3:23). Pero Dios envió a Su Hijo, Jesucristo, a la tierra para pagar esa pena por nosotros (Romanos 5:8-11; 6:23) e hizo que la salvación estuviera disponible para todos los que creen en Su nombre (Juan 1:12; 3:15- 17; 20:31).
La propia justicia de Dios se proporciona como un regalo a los pecadores que aceptan a Jesucristo como su Salvador y se basa en Su gracia y misericordia en respuesta a nuestra fe (Romanos 3:23-26; Efesios 2:3-7). Su misericordia y gracia no son a pesar de Su justicia, sino a causa de ella. Nos amó tanto que, a pesar de que nuestro pecado demanda nuestra muerte, envió a Su Hijo para ser nuestro sustituto en la cruz, demostrando así que Su justicia no fue violada, sino satisfecha (1 Tesalonicenses 1:10; 5: 9).
Habiendo sido hechos a Su imagen (Génesis 1:26-27), los humanos anhelamos que la justicia moral prevalezca sobre la tierra y nos indignamos cuando vemos que ocurre injusticia a nuestro alrededor. ¿Por qué buscamos justicia por los crímenes? Está en nuestro ADN. La indignación del rey David cuando el rico le quitó el cordero al pobre resuena en nosotros (2 Samuel 12:1-14). Es por eso que Natán le contó la historia a David en primer lugar, porque revelaba la propia injusticia de David al quitarle a la esposa de Urías. La oración de arrepentimiento inmediata de David fue efectiva porque al admitir su pecado contra Dios, reconoció la justicia de Dios. El Señor le dijo a David a través del profeta Natán que aunque su pecado fuera perdonado, el hijo resultante de la aventura adúltera moriría, demostrando el hecho de que su pecado aún tenía que ser juzgado.
En cuanto al futuro, el libro del Apocalipsis revela la justicia de Dios en toda su gloria durante los últimos tiempos. Cuando los santos observen la destrucción de la tierra, su canción será del justo juicio de Dios sobre los habitantes por su pecado máximo de rechazarlo (Apocalipsis 11:16-18; 15:3-4; 16:7; 19:1- 4). Y como dice 2 Pedro 3:13, se nos promete que algún día, cuando Cristo reine físicamente en la tierra, la justa justicia de Dios finalmente se manifestará plenamente.
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