Respuesta:
El nombre Abadón o Apolión aparece en Apocalipsis 9:11: "Tienen sobre ellos por rey al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego se llama Apolión" (NBLA). En hebreo, el nombre "Abadón" significa "lugar de destrucción"; el título griego "Apolión" literalmente significa "El Destructor".
En Apocalipsis 8-9, Juan describe un período durante el fin de los tiempos cuando los ángeles tocan siete trompetas. Cada trompeta anuncia la llegada de un nuevo juicio sobre los habitantes de la tierra. Cuando el quinto ángel toque su trompeta, se abrirá el Abismo, un gran pozo humeante, y de él saldrá una horda de "langostas" demoníacas (Apocalipsis 9:1-3). Estas criaturas tendrán el poder de torturar a cualquier persona que no lleve el sello de Dios (versículo 4). El dolor que infligirán será tan intenso que los que lo sufran desearán morir (versículo 6). Abadón/Apolión es el gobernante del Abismo y el rey de estas langostas demoníacas.
Abadón/Apolión se utiliza a menudo como otro nombre para Satanás. Sin embargo, las Escrituras parecen diferenciar a los dos. Encontramos a Satanás más adelante en Apocalipsis, cuando es encarcelado durante 1.000 años (Apocalipsis 20:1-3). Luego es liberado para causar estragos en la tierra (versículos 1-8) y finalmente recibe su castigo final y eterno (versículo 10). Abadón o Apolión es probablemente uno de los subordinados de Satanás, un demonio destructor y uno de los "principados", "potestades" y "gobernadores" mencionados en Efesios 6:12.
La alegoría clásica de John Bunyan El Progreso del Peregrino incluye una escena memorable en la que Cristiano lucha con un monstruo demoníaco llamado Apolión. Haciendo honor a su nombre, Apolión casi destruye a Cristiano. El peregrino, con su armadura, resiste el ataque y empuña su espada para repeler al demonio. El "Apolión" de Bunyan es una representación simbólica de nuestro enemigo espiritual, pero la inspiración del personaje es literal. El Abadón o Apolión del Apocalipsis es un ser real que un día infligirá dolor real a personas reales durante el juicio real de Dios.
