Pregunta: ¿Qué es el Ave María que los católicos dicen tan a menudo?
Respuesta:
El “Ave María”, es una oración católica romana a la Virgen María que consiste en saludos y una súplica por su intercesión. Además, el término "pase del Ave María" fue utilizado por la prensa para describir un pase del mariscal de campo de los Dallas Cowboys, Roger Staubach, en un partido de la división de playoffs de 1975 y ha llegado a ser sinónimo en el fútbol americano para un pase largo que tiene pocas posibilidades de éxito. El texto del Ave María incorpora dos pasajes bíblicos: "¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo" (Lucas 1:28) y "Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre." (Lucas 1:42). El primer texto es el saludo del ángel Gabriel a María cuando le informó que había sido escogida para ser la madre del Mesías. El segundo es el saludo de su prima Elizabeth a María cuando María fue a visitarla a ella, que también estaba embarazada en ese momento de Juan el Bautista. La tercera parte de la oración del Ave María no procede de la Biblia y, de hecho, está en contradicción directa con la verdad escritural: "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén."
Esta última parte del Ave María tiene tres aspectos no bíblicos. Primero, María no fue y nunca fue "santa". María fue un ser humano que nació, como todos los humanos, con una naturaleza pecaminosa y quien reconocía que necesitaba un Salvador. De hecho, el mismo pasaje utilizado en el Ave María, conocido como el Magnificat de María (Lucas 1: 46-55), contiene la declaración “mi espíritu se goza en Dios mi Salvador,” un claro indicio de que ella comprendió su necesidad de un Salvador del pecado. La Biblia nunca dice que María fue alguien más que un ser humano común a quien Dios eligió usar de una manera extraordinaria. Sí, María fue una mujer justa y favorecida (agraciada) por Dios (Lucas 1:27-28). Al mismo tiempo, María era un ser humano pecador que necesitaba a Jesucristo como su Salvador, al igual que todos los demás (Eclesiastés 7:20; Romanos 3:23; 6:23; 1 Juan 1:8).
La segunda parte no bíblica del Ave María es dirigirse a María como la “Madre de Dios”. María fue la madre humana de Jesucristo humano, que ciertamente era Dios encarnado. Pero ella no fue la madre de Dios, ni es la “reina del cielo”, otro titulo que la iglesia católica le da sin fundamento en las escrituras. Dios no tiene madre, ni tiene reina. Él es un ser eterno, infinito, no creado y no nacido, autosuficiente y autónomo.
La tercera declaración no bíblica en el Ave María es la súplica para que ella “ruegue por nosotros pecadores”. Aquí vemos la práctica anti-bíblica de orar a María para que interceda por nosotros ante Dios. Primero, no necesitamos otro intercesor con Dios. Cristo es el único intercesor que necesitamos. A través de Jesús y solo de Él, tenemos acceso directo al Padre. Cristo solo es el mediador e intercesor entre Dios y los hombres. “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5). Orar a cualquier otro que no sea Dios es anti-bíblico. Orar a María o solicitarle que ore por nosotros va en contra de las Escrituras. La oración es un acto de adoración. Cuando oramos a Dios, estamos admitiendo que necesitamos Su ayuda. Dirigir nuestras oraciones a cualquier otro que no sea Dios es robarle a Dios la gloria que es solo Suya, algo que Dios odia y no tolerará (Isaías 42:8).
Si bien María ciertamente fue una joven piadosa enormemente bendecida en que fue escogida para dar a luz al Salvador del mundo, ella no era en ningún modo divina, ni fue sin pecado, ni debe ser adorada, reverenciada, venerada o ser objeto de oraciones.
