Respuesta:
Azarías era un nombre común de hombre en tiempos bíblicos. El nombre Azarías significa "Yavé ha ayudado". Los nombres a menudo se daban por razones espirituales. Aunque hay más menciones de hombres llamados Azarías en la Biblia, vamos a ver las más significativas.
Dos hombres llamados Azarías estaban entre los principales oficiales del rey Salomón. En 1 Reyes 4:2-6 se menciona a "Azarías hijo de Sadoc" y a "Azarías hijo de Natán". El primer Azarías era en realidad el nieto, no el hijo, de Sadoc (1 Crónicas 6:8). Las genealogías de Oriente Medio a menudo saltaban generaciones, llamando "hijos" a los nietos y bisnietos, lo que significaba "descendiente de". Este Azarías pudo haber ocupado el cargo más alto en la corte de Salomón, ya que aparece en primer lugar. El título de "sacerdote" en 1 Reyes 4:2 significa "príncipe" o "sumo sacerdote", por lo que este Azarías pudo haber sido el segundo al mando del rey.
El segundo Azarías mencionado en 1 Reyes 4 se describe como "hijo de Natán". Este Natán probablemente no es el profeta que ministró a David, el padre de Salomón (2 Samuel 12:1), sino más bien el hermano de Salomón (1 Crónicas 3:5). Eso hace de este Azarías el sobrino de Salomón, que también sirvió como uno de sus jefes oficiales.
El Azarías más famoso fue uno de los tres amigos de Daniel que conocemos por sus nombres babilónicos: Sadrac, Mesac y Abed-nego. Después de ser llevados a Babilonia como esclavos, sus nombres hebreos fueron cambiados. El nombre original de Abed-nego era Azarías. Cuando los jóvenes se negaron a inclinarse ante la estatua del rey, fueron arrojados al horno de fuego (Daniel 3). El significado del nombre hebreo de Azarías resultó particularmente verdadero para Abed-nego ese día.
Otro Azarías, también llamado Uzías, fue rey de Judá (2 Crónicas 26). Los historiadores especulan que reinó entre 783 y 742 a. C., gran parte de ese tiempo como corregente junto con su padre, Amasías. Tenía 16 años cuando comenzó a reinar. Fue un buen rey y ayudó a que el pueblo volviera a adorar sólo a Yavé. Por esa razón, Dios le permitió reinar como rey durante 52 años, bastante más tiempo del que gobernaron la mayoría de los reyes. Segunda de Crónicas 26:5 (NBLA) dice: "y mientras buscó al Señor, Dios le prosperó". Sin embargo, en los versículos 14-16 (NBLA), las cosas cambiaron: "Pero cuando llegó a ser fuerte, su corazón se hizo tan orgulloso que obró corruptamente, y fue infiel al Señor su Dios, pues entró al templo del Señor para quemar incienso sobre el altar del incienso". A pesar de su nombre y a pesar de su anterior adhesión a las leyes de Dios, su corazón se ensoberbeció. No pudo manejar el éxito que Dios le dio y comenzó a creer que él era el responsable de las cosas buenas de su vida.
Podemos aprender del nombre de Azarías que el simple hecho de empezar bien no garantiza una vida entera de obediencia a Dios. Incluso tener el nombre del Señor como parte de nuestra herencia no nos libera de la responsabilidad de vivir a la altura de ese nombre. Podemos nacer en un hogar cristiano, aprender sobre Jesús desde la escuela infantil y caminar fielmente durante un tiempo, sin embargo, Dios valora mucho la fidelidad. Resistir hasta el final es importante (Mateo 24:13; Santiago 5:11; 2 Timoteo 2:12). Cuando el Señor es parte de nuestra identidad, debemos vivir nuestros días de una manera que continúe honrando Su nombre.