Respuesta:
Balac fue un rey de Moab que aparece en el Antiguo Testamento en Números 22—24. Su historia se encuentra en el contexto de la época del viaje de los israelitas a la Tierra Prometida. Moab, la tierra que gobernaba Balac, se encontraba en el lado este del Mar Muerto.
Mientras los israelitas viajaban a Canaán, su reputación les precedía, y los moabitas eran plenamente conscientes de los milagros que habían acompañado la salida de Israel de Egipto. Los habitantes de las ciudades en el camino de Israel sabían que Dios estaba del lado de los israelitas.
El rey Balac había presenciado la destrucción de los amorreos por parte de los israelitas, y toda la región de Moab creció temerosa a medida que se acercaban los israelitas (Números 22:2-3). Cuando los israelitas acamparon en territorio que una vez había sido de Moab, el rey decidió que era hora de actuar. Balac y los ancianos de Moab conspiraron con los vecinos madianitas para llamar a un profeta llamado Balaam para que maldijera al pueblo de Dios (versículo 6). Irónicamente, Balaam acudió a Dios y le pidió consejo antes de aceptar el plan de Balac.
La respuesta de Dios a Balaam fue, por supuesto, un rotundo "no" (versículo 12). Siguiendo el mandato de Dios, Balaam rechazó la oferta de Balac. Sin embargo, Balak no se dio por vencido, envió a hombres aún más poderosos y mejoró la oferta para tentar a Balaam y que aceptara el plan (versículo 15).
Finalmente, Balaam se puso en camino para encontrarse con Balac, y durante su viaje ocurrió el famoso incidente del asno que hablaba: el mensaje de Dios a Balaam de que no debía maldecir a los israelitas (Números 22:21-35).
Cuando Balaam se presentó ante Balac, es probable que el rey creyera que había ganado y que los israelitas pronto serían maldecidos. Pero en lugar de maldecir a los israelitas, Balaam los bendijo tres veces. Entonces "se encendió la ira de Balac contra Balaam" (Números 24:10), y envió a Balaam sin recompensa.
El complot de Balac para maldecir a Israel a través de un profeta contratado fracasó, pero eso no fue el fin de la oposición moabita. Más tarde, los hombres de Israel fueron juzgados por Dios por idolatría y por cometer fornicación con mujeres moabitas (Números 25:1-9). Resultó ser que esto fue el resultado de una conspiración de Balaam y Balac para corromper a Israel desde dentro (ver Apocalipsis 2:14).
¿Qué podemos aprender de la historia de Balac? Primero, es importante reconocer el lugar de Israel como el pueblo elegido por Dios. Él ha prometido bendecir a los que los bendigan y maldecir a los que los maldigan (Génesis 12:3). El rey Balac de Moab eligió maldecir a Israel, pero las maldiciones fueron frustradas y se convirtieron en una bendición en la boca de Balaam. El plan definitivo de Dios es llevar al remanente de Israel a Sí mismo durante la futura tribulación de siete años (ver Romanos 11:26; Jeremías 33:8).
En segundo lugar, la historia de Balac es una maravillosa prueba de la soberanía de Dios, sobre todo. Ningún plan hecho por hombres, incluso los hombres más poderosos e influyentes, prosperará sin el permiso del Señor. "Muchos son los planes en el corazón del hombre, mas el consejo del Señor permanecerá" (Proverbios 19:21, NBLA).