Pregunta: ¿Por qué los cristianos deben estar a favor de la vida?
Respuesta:
El término pro-vida se define generalmente como "opuesto al aborto"; a veces, también se menciona la oposición a la eutanasia como parte de la definición. Los cristianos son pro-vida -y deberían serlo-, pero la mayoría de ellos preferirían ser conocidos por lo que defienden en lugar de por aquello a lo que se oponen. He aquí algunas razones por las que los cristianos están a favor de la vida:
La vida es un don de Dios. Jesús enseñó que "el Padre tiene vida en Él mismo" (Juan 5:26, NBLA). Dios es la fuente y el sustentador de la vida. "La tierra estaba sin orden y vacía" hasta que el Espíritu comenzó a moverse “sobre la superficie de las aguas” y Dios empezó a crear vida (Génesis 1:2). Cuando hizo a Adán, Dios formó el cuerpo y luego tuvo que vivificarlo en una obra especial que solo Dios mismo podía realizar: "Luego el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló aliento de vida en la nariz del hombre, y el hombre se convirtió en un ser viviente" (Génesis 2:7, NTV). Los cristianos somos pro-vida porque debemos apreciar todos los dones de Dios, incluido el don de la vida.
La vida comienza en el momento de la concepción. Varios pasajes de las Escrituras indican que la vida comienza en el momento de la concepción, y no en un momento cualquiera posterior (ver Salmo 139:13, 16; Éxodo 21:22-23; Jeremías 1:5). La ciencia médica está de acuerdo, y cuenta con abundantes datos (ver Moore, Keith, Before We Are Born: Essentials of Embryology, Saunders, 2008, p. 2; Sadler, T., Langman's Medical Embryology, Lippincott Williams & Wilkins, 10.ª ed., 2006, p. 11; y Krieger, Morris, The Human Reproductive System, Sterling Pub., 1969, p. 88). Los cristianos están a favor de la vida porque la vida es vida, independientemente de la ubicación, el tamaño o las capacidades de una persona.
La vida humana lleva la imagen de Dios. La vida es un don, y la vida humana es única en el sentido de que Dios hizo a la humanidad a Su imagen y semejanza (Génesis 1:27). Ese hecho confiere una dignidad y un valor inherentes a la vida humana. El hombre y la mujer que Dios creó en el sexto día fueron la cúspide de la creación, y después de hacerlos, Dios cesó en Su obra creadora. Dios dio a la pareja el dominio sobre todas las demás cosas creadas (Génesis 1:26, 28). Por maravillosas y asombrosas que sean otras partes de la creación, la humanidad las supera a todas. Como dice el salmista, estamos "hechos de un modo admirable y maravilloso" (Salmo 139:14). Los cristianos están a favor de la vida porque todos los seres humanos llevan la imagen de Dios.
Hay que proteger a los inocentes. Defender la causa de los inocentes y de los que no pueden valerse por sí mismos es un tema común en las Escrituras (ver Éxodo 23:7; Proverbios 6:16-17; Isaías 1:17; Jeremías 22:3). Es difícil imaginar a alguien más inocente o menos capaz de defenderse por sí mismo que un bebé en el vientre materno. Los cristianos son pro-vida porque tienen la responsabilidad moral de proteger a los débiles e inocentes.
Dios tiene planes para cada individuo. Dios dijo al profeta Jeremías: "Antes que Yo te formara en el seno materno, te conocí, y antes que nacieras, te consagré; te puse por profeta a las naciones" (Jeremías 1:5, NBLA). Dios formó a Jeremías, pero incluso antes de eso, Jeremías era conocido, apartado y constituido. El apóstol Pablo tenía un testimonio similar (Gálatas 1:15). Los cristianos están a favor de la vida porque no hay "accidentes" ni errores en el plan de Dios.
Todo el mundo tiene derecho a vivir. Como la vida es un don de Dios, nadie tiene derecho a quitarla. Es el Señor quien da y el Señor quien quita (ver Job 1:21). El hecho de que Dios proporcione la vida a todas las personas significa que la vida es un derecho humano básico: no hay derecho más básico. Los cristianos son pro-vida porque creen en el derecho a la vida; respetan las decisiones de Dios y no quieren jugar a ser Dios.
Lo que Dios piensa es lo más importante. La presión social, la opinión humana, las leyes civiles y las mareas políticas no son lo que delimita la verdad. Lo que Dios dice en Su Palabra tiene prioridad sobre lo que digan o piensen los demás. Los cristianos están a favor de la vida porque, en última instancia, solo deben responder ante Dios.
Los cristianos están agradecidos por todos los dones de Dios. Y aman a Jesús, que se llamó a sí mismo "la vida" (Juan 11:25; 14:6). Es natural, pues, que los cristianos estén a favor de la vida. Amar a Jesús es amar la vida.