Respuesta:
Una mujer llamada Damaris aparece mencionada una sola vez en la Biblia, y casi no sabemos nada de ella. Damaris, cuyo nombre significa "ternera" o "novilla", era probablemente una mujer prominente en Atenas, Grecia, en el primer siglo. Forma parte de un pequeño grupo de personas que respondieron con fe al Evangelio.
Lucas, el autor del libro de los Hechos, relata que Pablo estaba en Atenas, predicando diariamente el Evangelio en la plaza pública (Hechos 17:16) mientras esperaba la llegada de Silas y Timoteo (versículo 15). Algunos filósofos griegos escucharon lo que consideraban "cosas extrañas" de Pablo y lo llevaron al Areópago, un importante lugar de reunión de la ciudad (versículos 19-20). Dirigiéndose a su auditorio de pensadores atenienses, Pablo apeló a su evidente interés religioso comentando sus numerosos santuarios idolátricos. Les llamó especialmente la atención sobre un altar dedicado a un "Dios no conocido" (versículo 23) y proclamó a Jesucristo como el Dios que les faltaba. Sin embargo, cuando Pablo proclamó la resurrección de Jesús de entre los muertos, muchos de los filósofos empezaron a despreciarle (versículo 32), y su sermón se interrumpió.
Hechos 17:34 dice: "Mas algunos creyeron, juntándose con él; entre los cuales estaba Dionisio el areopagita, una mujer llamada Damaris, y otros con ellos". No se nos dice si Damaris estaba presente en el Areópago o si escuchó a Pablo en otro lugar de Atenas. Lo que se nos dice es que Dios obró un milagro en su corazón, y ella respondió con fe al mensaje del evangelio de Pablo. El hecho de que se mencione a Damaris por su nombre puede indicar que era una persona importante en Atenas o que, de algún modo, era conocida por los lectores originales de Lucas en la iglesia primitiva. Algunos comentaristas afirman que Damaris era la esposa de Dionisio, al que se menciona en el mismo versículo, pero eso es pura conjetura.
Parece que la iglesia de Atenas nunca floreció como lo hicieron muchas de las iglesias que Pablo plantó. Escribió epístolas a Corinto y Tesalónica y a otras ciudades con iglesias, pero nunca escribió una epístola a los atenienses. Además, Pablo solo visitó Atenas una vez, en su segundo viaje misionero, y nunca más, que sepamos. Atenas no era terreno fértil para la difusión del Evangelio, y muy pocos atenienses creían. Damaris fue una de las pocas. La mención de Damaris por su nombre puede haber sido una forma de honrar a alguien del pequeño grupo de creyentes atenienses. La razón que tuvo Lucas para registrar el nombre de Damaris no la conocemos hoy, pero es muy probable que fuera importante para los primeros lectores de su relato.