Respuesta:
El ayuno de Daniel es un ayuno parcial basado en dos relatos del profeta Daniel ayunando. Cuando se realiza como un ayuno, se pretende ser un tiempo de acercamiento a Dios. El ayuno de Daniel, o quizás más propiamente la "dieta de Daniel", también ha sido popularizado como un régimen de alimentación saludable. En cualquier caso, el ayuno suele durar de diez a veintiún días. Algunos adoptan los principios del plan de alimentación en su dieta de por vida.
El ayuno de Daniel es denominado así porque se basa en la forma en que se registra que el profeta Daniel comió en Daniel 1 y Daniel 10. Cuando Daniel, Ananías, Misael, Azarías y otros jóvenes israelitas fueron llevados al servicio de Nabucodonosor, se les iba a dar comida y vino de la mesa del rey mientras realizaban un programa de entrenamiento de tres años. “Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino de su beber; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no le obligase a contaminarse” (Daniel 1:8). Es probable que la comida real no siguiera las leyes kosher. El oficial temía que Daniel estuviera insalubre y que el rey se molestara. Así que Daniel le pidió hacer una prueba de diez días en la que él y sus tres compañeros comerían verduras (o "legumbres") y beberían agua. “Y al cabo de diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto de carne que todos los jóvenes que comían de la porción de la comida del rey. Conque el jefe de los eunucos se llevó la porción de su comida y el vino que habían de beber, y les daba legumbres” (Daniel 1:15-16).
Más tarde, bajo el gobierno de Ciro, Daniel recibió una visión aterradora. “En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas. No comí pan delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas” (Daniel 10:2-3). Luego Daniel vio a un ángel que le explicó la visión y lo fortaleció. El ayuno fue un tiempo de luto para Daniel y también parte de cómo él "aplicó su corazón para entender y se humilló ante su Dios" (Daniel 10:12).
Dado que el ayuno de Daniel sólo se inspira en el patrón de alimentación de Daniel, que no se elabora en la Biblia, diferentes recursos tienen diferentes regulaciones para lo que se puede y no se puede consumir durante el ayuno. En términos generales, el plan de alimentación es comparable a una dieta vegana, aunque con más restricciones. Se desaconsejan todos los productos de carne y animales (carne, huevos, pescado, lácteos), así como edulcorantes (azúcar añadido y edulcorantes naturales como la miel o el agave), grasas sólidas, levadura, cafeína, alcohol, aditivos y alimentos procesados. El ayuno de Daniel incluye verduras, frutas, legumbres, cereales integrales, nueces, semillas y agua. Estas directrices se basan en la solicitud de Daniel de "sólo legumbres para comer y agua para beber" (Daniel 1:12) y de que no comía "ningún manjar; carne ni vino" (Daniel 10:3). La palabra hebrea para "vegetales" a veces se traduce como "legumbres" y se cree que se refiere a alimentos que proceden de una semilla. Los "manjares" se consideran que incluyen cosas como el azúcar y los edulcorantes.
Aquellos que siguen el ayuno de Daniel no están limitados en la cantidad de alimentos aprobados que pueden comer. Dicho esto, parte del beneficio de un ayuno desde una perspectiva espiritual es pasar menos tiempo con la comida y más tiempo centrado en Dios. En el ayuno, la intención es negar la carne y recordar nuestra necesidad de Dios y acercarnos a Él. Aquellos que utilizan el ayuno de Daniel principalmente como un programa de alimentación saludable a menudo encuentran que los alimentos no procesados son más saciantes, por lo que naturalmente comen menos.
La comunidad médica parece estar de acuerdo en que el ayuno de Daniel es bien tolerado y puede tener algunos beneficios para la salud de las personas. Como el ayuno de Daniel se ha popularizado más en la cultura, al menos se ha realizado un estudio sobre sus efectos físicos, cuyos resultados pueden ser revisados en línea. Es importante que los creyentes cuiden de sus cuerpos. En la discusión sobre la inmoralidad sexual, 1 Corintios 6:19-20 dice: "¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios". Nuestros cuerpos finalmente pertenecen a Dios; debemos administrarlos sabiamente, lo que incluye cuidar de nuestra salud física.
Desde una perspectiva espiritual, el ayuno de Daniel puede ser una forma útil de concentrarse en Dios. Cambiar nuestros hábitos y no depender tanto de los placeres de la comida puede ser un recordatorio físico de que dependemos de Dios. La verdadera satisfacción sólo se encuentra en Él. Aquellos que deseen utilizar el ayuno de Daniel de esta manera deben estar seguros de sus motivos y hacer pasos para utilizar el ayuno de una manera que sea espiritualmente beneficiosa. Por ejemplo, pasar más tiempo con Dios en la oración y en la lectura de Su Palabra mientras se está en el ayuno. Además, asegúrese de prepararse con anticipación para los cambios dietéticos. Sin una preparación adecuada, el ayuno de Daniel podría causar un énfasis excesivo en la comida en lugar de ser una herramienta para el crecimiento espiritual, especialmente en culturas donde las dietas de moda abundan y donde los alimentos procesados o preparados son populares. Hay numerosos recursos en línea y en forma de libro para ayudar a las personas a completar un ayuno de Daniel. Oren por la sabiduría de Dios antes de comenzar, y confíen en Él para guiarles en el camino.
