Pregunta: ¿Qué impacto tuvo David Hume en la fe cristiana?
Respuesta:
David Hume (1711-1776) fue un filósofo e historiador de la Ilustración. Sus principales obras filosóficas son Tratado de la naturaleza humana (1739-1740), Investigaciones sobre el entendimiento humano (1748) y Principios morales (1751), así como sus Diálogos sobre la religión natural (1779), publicados póstumamente.
A David Hume se le llama a veces "el escéptico escocés" porque era escocés y porque se mostraba escéptico ante cualquier cosa que no pudiera verificarse empíricamente. Hume creía que la mayoría de nuestras creencias centrales sobre la realidad son imposibles de sostener por medio de la razón. Las afirmaciones religiosas se basan en la fe, no en el conocimiento. Hume es más famoso por su rechazo de los milagros y su rechazo del argumento del diseño para la existencia de Dios. Este rechazo fue revolucionario para su época, pero es común hoy en día, y de esta manera Hume ha tenido un impacto significativo en nuestra cultura.
Hume no sostenía que los milagros fueran imposibles, sino que los milagros nunca podrían verificarse empíricamente y, por tanto, no tiene sentido creer que haya ocurrido alguno. Creía que es mucho más probable que alguien mienta sobre un milagro a que un milagro ocurra realmente; por tanto, no hay razón para tomar en serio los informes del Nuevo Testamento (o cualquier otro informe) sobre milagros.
Hume creía que era normal y natural creer en la existencia de Dios, pero que el creyente debe darse cuenta de que esta creencia no puede apoyarse en pruebas racionales (como el argumento del diseño). Las afirmaciones teológicas dogmáticas deben rechazarse porque van más allá de lo que puede verificarse empíricamente a partir de la experiencia humana.
Por otra parte, Hume no creía que la existencia de Dios pudiera refutarse sobre bases racionales. Era menos escéptico que el ateo moderno en el sentido de que pensaba que el creyente religioso dogmático y el incrédulo dogmático estaban siendo igualmente no racionales en su dogmatismo. En este sentido, contribuyó a sentar las bases de lo que dos siglos más tarde se conocería como posmodernismo.
Hume no negaba la posibilidad de la existencia de Dios, pero sí la posibilidad de una revelación sobrenatural. Dios puede existir, pero es imposible que se comunique y cualquier afirmación de comunicación sobrenatural debe rechazarse por improbable, por lo que no podemos saber realmente nada de Dios y no debemos hacer afirmaciones dogmáticas. En este sentido, Hume es un precursor del liberalismo teológico. El liberalismo teológico mantiene gran parte de la pompa y circunstancia religiosas al tiempo que admite plenamente que no se basa en la revelación divina. El dogmatismo es un vicio, y la "ignorancia valiente", una virtud. Esta tendencia también ha fructificado en el posmodernismo, aunque la actual generación de posmodernos se está despojando rápidamente de toda apariencia religiosa. Si no hay ni fundamento racional ni mandato divino para todos los rituales y obligaciones morales, ¿para qué molestarse?
La influencia de Hume sobre el cristianismo ha sido debilitarlo entre quienes siguen su línea de pensamiento. No negó el cristianismo, sino que simplemente trató de eliminar la confianza en la revelación divina o cualquier base racional para ello. Sin embargo, una fe no racional como la descrita por Hume no es la fe del Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento se sitúa firmemente en el mundo de la historia, donde los acontecimientos, incluidos los milagros, pueden verificarse empíricamente:
"Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y lo que han tocado nuestras manos, esto escribimos acerca del Verbo de vida" (1 Juan 1:1, NBLA).
"Por cuanto muchos han tratado de poner en orden y escribir una historia de las cosas que entre nosotros son muy ciertas, tal como nos las dieron a conocer los que desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra, también a mí me ha parecido conveniente, después de haberlo investigado todo con diligencia desde el principio, escribírtelas ordenadamente, excelentísimo Teófilo, para que sepas la verdad precisa acerca de las cosas que te han sido enseñadas" (Lucas 1:1-4, NBLA).
"Y muchas otras señales hizo también Jesús en presencia de Sus discípulos, que no están escritas en este libro; pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que al creer, tengan vida en Su nombre" (Juan 20:30-31, NBLA).