Pregunta: ¿Puedo pedirle a Dios que le entregue un mensaje a un ser querido que ha fallecido?
Respuesta:
Algunas personas que han perdido seres queridos desean profundamente volver a hablar con ellos. Algunos se preguntan si está bien pedirle a Dios que le envíe un mensaje a su ser querido en el cielo. Para ser claros, no hay ningún versículo bíblico específico que hable directamente a favor o en contra de esta idea. Sin embargo, hay algunos principios bíblicos a considerar.
En primer lugar, la Escritura dice que no debemos intentar comunicarnos con los espíritus de los muertos. Según las leyes judías del Antiguo Testamento, intentar hacerlo era castigado con la muerte (Deuteronomio 18:11). Dios también juzgó a Saúl por esta práctica (1 Samuel 28). Dado que no debemos hablar con espíritus ni intentar contactar a los muertos, está mal orar directamente a los seres queridos fallecidos. También parecería lógico que pedirle a Dios que hable con los espíritus de nuestros seres queridos en nuestro nombre no es útil ni necesario.
Segundo, no hay necesidad de enviar mensajes a las personas en el cielo porque los seres queridos que ahora están con el Señor no estarán separados de nosotros para siempre. Los creyentes se reunirán algún día con sus seres queridos en el cielo. En lugar de intentar comunicarles un mensaje ahora, podemos esperar algo mucho mejor: verlos de nuevo cara a cara en presencia del Señor. Apocalipsis 21:4 promete que al final, "Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron".
Tercero, siempre podemos acudir a Dios con nuestras heridas y dolor, sabiendo que Él entiende perfectamente cómo nos sentimos. Cuando perdemos a un ser querido, el dolor puede ser muy fuerte. Queremos comunicarnos con la persona o volver a conectar de alguna manera, sabiendo que las cosas no son lo mismo sin ella. Dios nos llama a acudir a Él en estos momentos de dolor. Él es nuestro consolador y sanador. Cuando confiamos en Él, Él nos puede brindar la ayuda que necesitamos para seguir adelante a pesar de la dolorosa pérdida de un ser querido. Podemos estar seguros de que Dios está consolando a nuestros seres queridos en el cielo con un consuelo perfecto; cualquier supuesto consuelo que puedan obtener de nuestros mensajes personales quedaría muy corto en comparación.
No es una buena decisión pedirle a Jesús que sea nuestro operador de teléfono o mensajero personal. Después de todo, ya ha prometido que los creyentes volverán a estar juntos algún día. La muerte es una parte natural de la vida en un mundo caído, aunque muchas veces es difícil de manejar. Es mejor lidiar con la separación de nuestros seres queridos de una manera que honre a Cristo y le dé toda la gloria. No hay razón para pedirle a Dios que entregue nuestros mensajes a nuestros los seres queridos en el cielo.