Pregunta: ¿Qué significa que Dios vio que era bueno (Génesis 1:18)?
Respuesta:
Siete veces en Génesis 1, Dios declara que Su creación es buena. En Génesis 1:4, después de haber dicho que la luz existía, declaró que era buena. En Génesis 1:10, después de separar el agua de la tierra, la llamó buena. Después de crear la vida vegetal, en Génesis 1:12 vio que también era buena. En Génesis 1:18, después de establecer un sistema para iluminar la Tierra y separar la noche del día, lo llamó bueno. En Génesis 1:21, después de crear animales para habitar el agua y el aire, observa que eso es bueno. En Génesis 1:25, tras poblar la tierra de animales e insectos, también lo califica de bueno. Por último, tras crear a la humanidad como culminación de Su creación (Génesis 1:26-30), observó todo lo que había hecho y lo declaró no sólo bueno, sino muy bueno.
La palabra hebrea traducida como "bueno" en español es tov. El término traducido como "muy bueno" es hennah tov, que podría traducirse como "ciertamente bueno" o "seguramente bueno". Cabe destacar que la palabra "bueno" nunca se define en la Biblia, sino que simplemente se asume. Sin embargo, parece que el tipo de bien al que se hace referencia en Génesis 1 es un bien en el sentido cualitativo de funcionalidad. Debido al éxito en el diseño y la ejecución de todo lo creado, podría ser que Dios llamara buenas a las cosas porque eran capaces de cumplir la función para la que las había diseñado. De ser así, esto reflejaría una especie de bien instrumental.
También cabe señalar que en cada uno de estos casos se dice que Dios "vio" que era bueno. Que Dios observara que estas cosas eran buenas implica que tenía un diseño y un propósito en mente y que los productos creados contaban con Su aprobación: Él juzgaba que eran eficaces para servir a Su propósito. Como Creador, Dios tiene derecho a definir y juzgar. Evaluó lo que había creado y determinó que era bueno. Esto es un buen recordatorio para nosotros de que, puesto que Él tiene la autoridad que sólo puede tener un Creador soberano, debemos recurrir a Él para conocer Sus juicios y evaluaciones. Si Él juzga que algo es bueno (o no bueno), entonces es eso.
Es muy alentador saber que podemos confiar en que Dios nos informará con veracidad y precisión. Si Él hace determinaciones como esta -evaluar la calidad de todas las cosas creadas- y si podemos confiar en Él en eso, entonces se presenta claramente el precedente de que podemos confiar en Él en cualquier cosa. Él es quien determina lo que es bueno y lo que no lo es. Esta es una de las razones por las que la afirmación de Satanás en Génesis 3:4 (que Dios estaba equivocado o mentía y que Eva no moriría si comía el fruto que Dios había prohibido) era evidentemente errónea. Dios había determinado lo que era bueno y lo que no, y se lo comunicó a Adán (Génesis 2:17). Lamentablemente, Adán y Eva no reconocieron que, como Creador, Dios tenía derecho a definir, evaluar y juzgar. Para nosotros es fácil cometer el mismo error, pero Dios nos ha permitido acceder a Su relato de la creación para que podamos aprender que Él es el que define, y que podemos confiar en Él; de hecho, deberíamos confiar en Él. Si no lo hacemos, caeremos en la misma trampa que Satanás tendió a Eva: confiar en el juicio de otra persona cuando Dios ha definido, determinado y comunicado. ¿No estaría bien que aprendiéramos de nuestros errores y no los repitiéramos?