Pregunta: ¿Qué significa que los judíos son el pueblo escogido de Dios?
Respuesta:
La Palabra de Dios afirma que los judíos son el pueblo escogido de Dios: "Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra" (Deuteronomio 7:6). Desde la eternidad pasada, Dios sabía que necesitaba nacer en la raza humana para salvarnos de la condición espiritualmente muerta en la que estábamos (Efesios 1-2; Génesis 3). Dios había planeado desde el principio nacer en una pequeña nación o raza de personas llamada judíos. El Antiguo Testamento cuenta la historia de cómo Dios se propuso crear, distinguir y preservar esa raza.
El objetivo final de la elección de los judíos como Su pueblo escogido era producir al Mesías, Jesucristo, que sería el Salvador del mundo. Jesús tenía que venir de alguna nación o pueblo, y Dios eligió a Israel. Dios prometió por primera vez el Salvador/Mesías después de que Adán y Eva pecaron (Génesis 3). Más tarde, Dios especificó que el Mesías vendría de la línea de Abraham, Isaac y Jacob (Génesis 12). Y aún más tarde, limitó la ascendencia del Mesías a la línea de David (2 Samuel 7). A lo largo de su historia, el pueblo de Israel fue consciente de su estatus de "escogido" ante Dios (ver 1 Reyes 3:8; 8:53; Salmo 105:43; Isaías 43:4; 65:9; y Amós 3:2). El hecho de que Dios tiene un futuro eterno para Israel es evidente en que cinco sextas partes de la Biblia se refieren directa o indirectamente a ellos, siendo Jesús la figura central que unió a judíos y gentiles (Efesios 2:14).
El hecho de que los judíos sean el pueblo escogido de Dios significa que se les ha exigido un alto estándar. A aquellos a quienes se les ha dado mucho, se les exigirá mucho (Lucas 12:48), o como dijo Dios a través de un profeta, "A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades" (Amós 3:2).
Las responsabilidades de Israel han incluido guardar y preservar la Ley (Josué 22:5); ser "un reino de sacerdotes y una nación santa" (Éxodo 19:6); y traer "renombramiento, alabanza y gloria" al Señor (Jeremías 13:11). Su alta vocación viene directamente del Dios que los eligió entre todas las naciones de la tierra.
