Pregunta: ¿Qué significa "Estén quietos, y sepan que Yo soy Dios"?
Respuesta:
Este dicho popular procede del Salmo 46:10, NBLA): "Estén quietos, y sepan que Yo soy Dios; exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra".
Este versículo procede de una sección más larga de las Escrituras que proclama el poder y la seguridad de Dios. Aunque no se menciona específicamente la amenaza a la que se enfrentaba el salmista, parece referirse a las naciones paganas y a un clamor para que Dios ponga fin a la encarnizada guerra. He aquí el salmo completo:
"Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios, y aunque los montes se deslicen al fondo de los mares; aunque bramen y se agiten sus aguas, aunque tiemblen los montes con creciente enojo hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios, las moradas santas del Altísimo. Dios está en medio de ella, no será sacudida; Dios la ayudará al romper el alba. Bramaron las naciones, se tambalearon los reinos; dio Él Su voz, y la tierra se derritió. El Señor de los ejércitos está con nosotros; nuestro baluarte es el Dios de Jacob vengan, contemplen las obras del Señor, que ha hecho asolamientos en la tierra; que hace cesar las guerras hasta los confines de la tierra; quiebra el arco, parte la lanza, y quema los carros en el fuego. Estén quietos, y sepan que Yo soy Dios; exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra. El Señor de los ejércitos está con nosotros; nuestro baluarte es el Dios de Jacob
(Salmo 46, NBLA)
Observa que la mayor parte del salmo está escrita en tercera persona, pues el salmista habla de Dios. Sin embargo, la voz de Dios aparece en el versículo 10, y el Señor habla en primera persona: "Estén quietos, y sepan que Yo soy Dios; exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra".
Estén quietos. Es una invitación a los implicados en la guerra para que dejen de luchar, para que estén quietos. La palabra quietos es una traducción de la palabra hebrea rapa, que significa "aflojar, dejar o cesar". En algunos casos, la palabra conlleva la idea de "decaer, debilitarse o desfallecer". Connota a dos personas que luchan hasta que alguien las separa y les hace soltar las armas. Solo cuando la lucha ha cesado, los guerreros pueden reconocer su confianza en Dios. Los cristianos interpretan a menudo la orden de "estén quietos" como "estar tranquilos en la presencia de Dios". Aunque la quietud es ciertamente útil, la frase significa detener la actividad frenética, aflojar y estar quieto. Para el pueblo de Dios, estar "quietos" implicaría buscar la ayuda del Señor (cf. Éxodo 14:13); para los enemigos de Dios, estar "quietos" significaría dejar de librar una batalla que no pueden ganar.
Sepan que Yo soy Dios. Saber en este caso significa "cerciorarse adecuadamente viendo" y "reconocer, ser consciente". ¿Cómo influye en nuestra quietud el hecho de reconocer a Dios? Sabemos que Él es omnisciente (que todo lo sabe), omnipresente (presente en todas partes), omnipotente (todopoderoso), santo, soberano, fiel, infinito y bueno. Reconocer a Dios implica que podemos confiar en Él y rendirnos a Su plan porque comprendemos quién es.
Exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra. Era tentador para la nación de Israel alinearse con potencias extranjeras, y Dios les recuerda que, en última instancia, ¡Él es exaltado! Dios vence y traerá la paz. En tiempos de Isaías, Judá buscó la ayuda de los egipcios, a pesar de que Dios se lo advirtió. Judá no necesitaba el poderío egipcio; necesitaba confiar en el Señor: "En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza" (Isaías 30:15).
Cuando estamos quietos y rendidos a Dios, encontramos la paz, incluso cuando la tierra cede, las montañas se desploman (versículo 2) o las naciones se alborotan y los reinos caen (versículo 6). Cuando la vida se vuelva abrumadora y las ocupaciones se impongan, recuerda el Salmo 46:1: "Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones". Corre hacia Él, deja las armas y cae en Sus brazos. Reconoce que Él es Dios y que está exaltado en la tierra. Estén quietos, y sepan que Yo soy Dios.
