Respuesta:
El término "judeocristiano" se refiere a algo que tiene su origen en los fundamentos comunes del judaísmo y el cristianismo. La Biblia incluye las Escrituras judías del Antiguo Testamento, de modo que los fundamentos morales establecidos en el judaísmo se mantienen en el cristianismo. Al parecer, el primer uso del término "ética judeocristiana" lo hizo el filósofo alemán Friedrich Nietzsche en su libro de 1888 El Anticristo: Maldición sobre el cristianismo. Los primeros usos del término "ética judeocristiana" hacían referencia a las raíces judías y a la identidad de la iglesia cristiana primitiva, pero no se utilizó para hablar de un conjunto común de valores morales hasta mucho tiempo después.
En 1952, el presidente electo Dwight Eisenhower, hablando ante la Fundación para las Libertades en Nueva York, dijo: "Nuestro concepto de gobierno no tiene sentido a menos que esté fundado en una fe profundamente religiosa, y no me importa cuál sea. En nuestro caso, por supuesto, es el concepto judeocristiano, pero debe ser una religión según la cual todos los hombres son creados iguales". Así comenzó el uso moderno del término en los círculos políticos y sociales estadounidenses. Desde la época de Eisenhower hasta la actualidad, el término se ha asociado especialmente a los conservadores políticos estadounidenses, aunque sus aplicaciones son mucho más amplias. En nuestras escuelas militares estadounidenses se acostumbra a enseñar que las reglas modernas de la guerra, como la protección de cautivos y no combatientes, se basan en temas bíblicos. La jurisprudencia estadounidense está firmemente basada en la ética judeocristiana y conmemora este hecho con diversas obras de arte distribuidas por Washington D.C. En la Cámara de Representantes hay 23 retratos en relieve de mármol de grandes legisladores, entre ellos Moisés, que ocupa el centro de atención. Las esculturas sobre la entrada principal del edificio del Tribunal Supremo se centran en Moisés con los Diez Mandamientos, y hay otras representaciones de Moisés y los Diez Mandamientos en diversos lugares del edificio.
Aunque son muchos los aspectos de la ética judeocristiana, algunos de los más comunes son la inviolabilidad de la vida humana, la responsabilidad personal, un alto concepto del matrimonio y la compasión por los demás. Gran parte de las mejores cosas de la civilización occidental se pueden atribuir directamente a la ética judeocristiana. El historiador Thomas Cahill, al destacar los temas comunes del cristianismo y el judaísmo, dijo: "El corazón de la Torá no es la obediencia a reglamentos sobre cosas como la dieta -qué se puede comer, con quién se puede comer, cómo hay que prepararse de antemano-, sino a la tzedakka, la justicia como la Justicia de Dios, la justicia hacia los oprimidos". Los fundamentos de la ética judeocristiana se pueden resumir en la "Regla de Oro" que Jesús enseñó a sus discípulos en Mateo 7:12: "Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas".
