Respuesta:
En pocas palabras, los ismaelitas eran los descendientes de Ismael, el hijo de Abram con Agar, la sierva de su esposa (Génesis 16:1-12). Desde sus pequeños comienzos, los ismaelitas se convirtieron en un pueblo grande y poderoso.
El origen de los ismaelitas estuvo lleno de dificultades. Al no poder tener un hijo con Abram, Sarai siguió la tradición cultural y le entregó a Agar, y ésta le dio un hijo. Pero Sarai se puso celosa y maltrató a Agar, que huyó de su señora al desierto. Allí Agar se encontró con el Ángel del Señor, que pronunció la primera de las tres profecías sobre el hijo que estaba esperando. Ella daría a luz un hijo y su descendencia se multiplicaría en gran medida. Fue entonces cuando Dios le dijo a Agar que lo llamara Ismael, que significa "Dios escucha" (Génesis 16:10-11).
En el desierto, el Ángel del Señor también predijo que Ismael y, por tanto, los ismaelitas, serían tercos, incontrolables y agresivos: "Y él será hombre fiero; / su mano será contra todos, / y la mano de todos contra él, / y delante de todos sus hermanos habitará" (Génesis 16:12). Después de escuchar las palabras del ángel, Agar volvió con su señora y finalmente dio a luz a Ismael.
Más adelante, Dios cambió los nombres de Sarai y Abram por los de Sara y Abraham y estableció un pacto con el hijo de Abraham, Isaac. Pero Ismael también tuvo una promesa de Dios: él también sería bendecido y sería el padre de una gran nación, empezando por doce hijos, los primeros de los ismaelitas (Génesis 17:20). Los nombres de los doce aparecen en Génesis 25:12-16; fue de los ismaelitas de donde descendieron las naciones árabes.
Ismael tenía unos catorce años cuando nació Isaac. Un año o unos pocos años después, cuando Isaac fue destetado, Sara vio que Ismael se burlaba de su hijo. Sara le pidió a Abraham que expulsara a Agar e Ismael, y Dios le dijo a Abraham que lo hiciera. El Ángel de Dios se volvió a encontrar con Agar y su hijo y por tercera vez predijo que Ismael sería el padre de una gran nación (Génesis 21:18).
Más adelante en la historia de Israel, los ismaelitas también fueron llamados madianitas (aunque no todos los madianitas eran descendientes de Ismael), y se dedicaban a la compra y venta de esclavos (Génesis 37:28; 39:1). Jueces 8:24 nos dice que los ismaelitas tenían la costumbre de usar aretes de oro.
En tiempos del rey David, los ismaelitas se aliaron contra Dios y contra Su pueblo, Israel (Salmo 83:5-6). Su objetivo era destruirlos "para que no sean nación, / y no haya más memoria del nombre de Israel" (versículo 4). Teniendo en cuenta la actual crisis en el Medio Oriente y el odio hacia Israel por parte de sus vecinos, las profecías sobre los descendientes de Ismael se siguen cumpliendo.