Pregunta: ¿Por qué se llamaba a Israel la tierra de leche y miel?
Respuesta:
Reiteradamente en el Antiguo Testamento, Dios describe la Tierra Prometida como “una tierra que fluye leche y miel” (Éxodo 3:8; Números 14:8; Deuteronomio 31:20; Ezequiel 20:15). Esta descripción poética de la tierra de Israel enfatiza la fertilidad del suelo y la abundancia que esperaba al pueblo elegido de Dios. La referencia a “leche” sugiere que muchos animales pueden encontrar pasto allí; la mención de “miel” sugiere la vasta tierra de cultivo disponible: las abejas tenían muchas plantas de las cuales extraer néctar.
En Éxodo 3:8, Dios dice a Moisés, “y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo”. Un par de cosas a notar sobre este versículo:
Primero, antes de las plagas, la tierra de Egipto mantenía bastante bien a Israel y a los egipcios, pero Dios llamó a la nueva tierra “buena y ancha.” La palabra hebrea traducida como “buena” significa “agradable, hermosa, fructífera, con beneficios económicos.”
Segundo, simultáneamente con el realce de la bondad de la tierra, Dios menciona a los enemigos en la tierra que deben ser vencidos. Las naciones desplazadas de la tierra “que fluye leche y miel” eran numerosas, y valoraban esa tierra lo suficiente para pelear y morir por ella.
Luego, tenemos el relato de los diez espías infieles que fueron enviados a la Tierra Prometida por Moisés. Los diez espías estaban en desacuerdo de que Israel pudiera conquistar a los habitantes de la tierra, pero estaban de acuerdo en esto: era una tierra que fluía leche y miel. “Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella” (Números 13:27). El “fruto” que los espías mostraron a Moisés fue un racimo de uvas tan grande que debía ser llevado en una pértiga entre dos hombres (versículo 23). También trajeron algunos granadas e higos de Canaan.
Es cierto que hay áreas de tierra muy áridas en Israel, pero esto no niega el hecho de que, en general, es una tierra que fluye leche y miel. Hay muchas áreas de Israel que son extremadamente fértiles y producen muchos tipos de frutas y verduras. El área al norte de la actual Israel es la bíblica Mesopotamia, también conocida como el “Creciente Fértil," que es justamente eso—fértil (y en forma de media luna). También es verdad que la Biblia registra severas sequías y hambrunas en la tierra de Israel, pero esos tiempos estaban conectados al juicio de Dios sobre el pueblo pecador (Deuteronomio 11:16–17; 1 Reyes 18:1–2, 18).
La descripción de Dios de la Tierra Prometida como “una tierra que fluye leche y miel” es una forma gráficamente hermosa para destacar la riqueza agrícola de la tierra. Dios sacó a su pueblo de la esclavitud en Egipto a una tierra próspera de libertad y bendición y el conocimiento del Señor.