Pregunta: ¿Por qué Dios amó a Jacob y aborreció a Esaú (Malaquías 1:3; Romanos 9:13)?
Respuesta:
Malaquías 1:2-3 declara, ""Yo los he amado", dice el Señor. Pero ustedes dicen: "¿En qué nos has amado?". "¿No era Esaú hermano de Jacob?", declara el Señor. "Sin embargo, Yo amé a Jacob, y aborrecí a Esaú, e hice de sus montes desolación, y di su heredad a los chacales del desierto"" (NBLA). Malaquías 1:3 es citado en Romanos 9:10-13, "Y no solo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí". ¿Por qué Dios amó a Jacob y aborreció a Esaú? Si Dios es amor (1 Juan 4:8), ¿cómo podría aborrecer a alguien?
Al estudiar la Biblia, es de vital importancia siempre analizar el contexto de un versículo o pasaje bíblico concreto. En estos casos, el profeta Malaquías y el apóstol Pablo están usando el nombre "Esaú" para referirse a los edomitas, quienes eran los descendientes de Esaú. Isaac y Rebeca tuvieron dos hijos, Esaú y Jacob. Dios eligió a Jacob (a quien luego renombró "Israel") para ser el padre de Su pueblo escogido, los Israelitas. Dios rechazó a Esaú (quien también fue llamado "Edom") y no lo eligió para ser el padre de Su pueblo escogido. Esaú y sus descendientes, los edomitas, fueron bendecidos por Dios de muchas maneras (Génesis 33:9; Génesis capítulo 36).
Entonces, considerando el contexto, que Dios ame a Jacob y aborrezca a Esaú no tiene nada que ver con las emociones humanas del amor y el odio. Tiene que ver con que Dios escogió a un hombre y a su descendencia y rechazó a otro hombre y a su descendencia. Dios escogió a Abraham sobre todos los hombres del mundo. La Biblia bien podría decir, "A Abraham amé, y a todos los demás hombres aborrecí". Dios escogió a Isaac, el hijo de Abraham, en lugar de Ismael, el hijo de Abraham. La Biblia bien podría decir, "A Isaac amé, y a Ismael aborrecí". El capítulo 9 de Romanos deja muy que amar a Jacob y aborrecer a Esaú estaba completamente relacionado con a cuál de ellos Dios eligió. Cientos de años después de la muerte de Jacob y Esaú, los Israelitas y Edomitas se convirtieron en enemigos implacables. Los Edomitas a menudo ayudaron a los enemigos de Israel en sus ataques contra este país. Los descendientes de Esaú llevaron la maldición de Dios sobre sí mismos. Génesis 27:29 le dice a Israel, "Sírvante pueblos, Y naciones se inclinen a ti; Sé señor de tus hermanos, Y se inclinen ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldijeren, Y benditos los que te bendijeren".
