Pregunta: ¿Qué significa que Jesús es el segundo Adán / postrer Adán?
Respuesta:
El Apóstol Pablo nos dice en Su primera carta a la iglesia en Corinto: "Así también está escrito: El primer hombre, Adán, fue hecho alma viviente. El último Adán, espíritu que da vida. Sin embargo, el espiritual no es primero, sino el natural; luego el espiritual. El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es del cielo. Como es el terrenal, así son también los que son terrenales; y como es el celestial, así son también los que son celestiales. Y tal como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial" (1 Corintios 15:45-49 − LBLA).
Aquí Pablo está indicando la diferencia entre dos tipos de cuerpos, es decir, el natural y el espiritual. Génesis 2:7 habla del primer hombre, Adán, cuando se convirtió en un ser vivo. Adán fue hecho del polvo de la tierra y recibió el aliento de vida de Dios. Todo ser humano desde ese tiempo comparte las mismas características. Sin embargo, el postrer Adán o el "segundo Adán", es decir, Cristo, es un Espíritu que da vida. Así como Adán fue el primero de la raza humana, así también Cristo es el primero de aquellos que serán resucitados de entre los muertos para la vida eterna. Porque Cristo resucitó de entre los muertos, él es un "espíritu vivificante" que entró en una nueva forma de existencia. Él es la fuente de la vida espiritual que resultará en la resurrección de los creyentes. El nuevo cuerpo humano glorificado de Cristo ahora se adapta a Su nueva vida espiritual glorificada, así como el cuerpo humano de Adán era adecuado para su vida natural. Cuando los creyentes resuciten, Dios les dará cuerpos transformados, eternos, aptos para la vida eterna.
Pablo nos dice en el versículo 46 que lo natural vino primero y después lo espiritual. Las personas tienen vida natural primero; es decir, nacen en esta tierra y viven aquí. Solo a partir de ahí obtienen entonces vida espiritual. Pablo nos dice que el hombre natural, Adán, llegó primero a esta tierra y fue hecho del polvo de la tierra. Aunque es cierto que Cristo ha existido desde siempre, aquí se le llama el segundo hombre o segundo Adán, porque vino del cielo a la tierra muchos años después de Adán. Cristo vino como un bebé humano, con un cuerpo como todos los demás humanos, pero no se creó del polvo de la tierra como Adán. El vino del cielo.
Luego Pablo sigue: "Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial" (1 Corintios 15:48-49). Debido a que toda la humanidad está ligada a Adán, todo ser humano tiene un cuerpo terrenal como el de Adán. Los cuerpos terrenales están hechos para la vida en esta tierra, pero están limitados por la muerte, la enfermedad y la debilidad gracias al pecado que, como sabemos, Adán fue el primero en traer al mundo.
Sin embargo, la buena noticia es que los creyentes pueden saber con certeza que sus cuerpos celestiales serán como el de Cristo: incorruptibles, eternos, gloriosos y llenos de poder. En este momento, todos somos como Adán; un día, todos los creyentes serán como Cristo (Filipenses 3:21). El Apóstol Juan escribió a los creyentes: "Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es" (1 Juan 3:2).