Respuesta:
La religión tradicional de los judíos es el judaísmo. El judaísmo moderno es una religión que enfatiza el estilo de vida y los valores más que las creencias, de modo que la doctrina no se enfatiza tanto como el comportamiento. Muchos judíos mantienen su conexión con una sinagoga y siguen observando ciertas prácticas y tradiciones judías, aunque rechazan muchas de las doctrinas que pueden enseñarse en su rama particular del judaísmo.
Hubo un tiempo en que el judaísmo ortodoxo era la única forma de judaísmo. Hoy, el judaísmo tiene tres "ramas" principales: El ortodoxo (muy tradicional), el de la reforma (también conocido como liberal o progresista) y el conservador, que toma un camino intermedio entre los otros dos. Por supuesto, hay ramificaciones, variaciones e incluso híbridos entre las tres ramas principales. La mayoría de las sinagogas se designan a sí mismas como una de las tres ramas, al igual que una iglesia se designa a sí misma con un nombre denominacional.
El judaísmo conservador también se conoce como judaísmo masortí ("tradicional") fuera de Norteamérica. El judaísmo conservador se desarrolló en Alemania, pero la mayoría de sus seguidores actuales son estadounidenses. El judaísmo conservador adopta una posición intermedia entre el judaísmo ortodoxo y el de la reforma. "Conservador" no es un término que indique una mentalidad política, sino que hace hincapié en el deseo de conservar las tradiciones y los valores judíos antes que reformarlos. (De hecho, en el judaísmo conservador hay conservadores y liberales sociopolíticos y se ha caracterizado por las divisiones internas sobre cómo tratar temas como la aceptación del colectivo LGBTQ). En teoría, para los judíos conservadores sería importante mantener las pautas dietéticas kosher, así como las festividades religiosas y las prácticas religiosas tradicionales, aunque estas observancias han disminuido entre los judíos conservadores de Estados Unidos.
Para los judíos ortodoxos, la autoridad de la halakha es primordial. Para los judíos de la reforma, la autoridad del individuo autónomo es primordial. Para los judíos conservadores, lo más importante es la experiencia, los valores y la "voluntad colectiva" del pueblo judío. Por ejemplo, la observancia del sábado es importante en el judaísmo conservador, no porque lo haya ordenado Dios, sino porque ha sido una expresión de la identidad judía durante miles de años. Para los judíos conservadores, la halakha, aunque es obligatoria, está sujeta a la evolución en el tiempo. Se puede modificar, pero sólo con mucha precaución. Gran parte de este cambio y desarrollo proviene de la experiencia y las necesidades cambiantes del pueblo judío. Las consideraciones éticas son importantes, pero están definidas por las sensibilidades modernas. Los rabinos tienen en cuenta los deseos de sus congregaciones a la hora de tomar decisiones, en lugar de "atenerse estrictamente a las normas". La rama conservadora ha emitido resoluciones oficiales que permiten innovaciones (como ir en auto a la sinagoga el día sábado) que los ortodoxos no permiten y sobre las que los reformistas no necesitarían ninguna resolución oficial. Los "valores fundamentales" del pueblo judío son más importantes que las doctrinas teológicas en el judaísmo conservador. El apoyo a la nación de Israel es uno de estos valores fundamentales.
Por un lado, los conservadores tratan de equilibrar la tradición y, por otro, el cambio y la innovación. Se trata de una norma algo ambigua, y por ello las creencias y prácticas teológicas variarán mucho entre los conservadores. A decir verdad, no se requiere un acuerdo teológico, ya que se valora mucho el pluralismo y se evita el dogmatismo. Los conservadores suelen mantener una doctrina bastante genérica de Dios como Creador y Guía del mundo, pero no mucho más allá.
El judaísmo conservador, en su momento fue la rama más importante del judaísmo en Estados Unidos, está en declive en ese país, pero está en alza en Europa. Algunos críticos afirman que está quedando rápidamente obsoleto. Aunque respeta la autoridad de labios para afuera, se acomoda a los vientos cambiantes de la cultura.
