Respuesta:
El Targum (plural, Targumim) es una paráfrasis/explicación/interpretación en arameo del texto hebreo de las Escrituras Judías proporcionada por los rabinos en el curso de su enseñanza. Estas paráfrasis o explicaciones no estaban destinadas a tener la misma autoridad que la Palabra de Dios, y normalmente estaba prohibido registrarlas por escrito, solo para asegurarse de que nadie las equiparase con la Palabra escrita de Dios. Sin embargo, esta regla no siempre se obedeció, y muchas de ellas se escribieron. En algunos círculos, se consideraba a ciertos targumim como autoritativos. Varios rabinos cuyos targumim se registraban, tenían seguidores que aceptaban sus explicaciones como autoritativas, y, en algunos casos, las igualaban con la Palabra de Dios. Es contra este telón de fondo que Cristo llevó a cabo Su ministerio y a menudo chocó con varias sectas, diciendo: "dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres" (Marcos 7:8).
Jesús dio un ejemplo específico de los judíos de Su tiempo que valoraban el Targum por encima de la Palabra de Dios: "Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte, y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas" (Marcos 7:9-13).
El Targum es útil en la actualidad para ayudar al intérprete moderno a entender cómo ciertos grupos o incluso una gran parte de la población entendían un cierto pasaje. En algunos casos en que el significado de un pasaje no está claro, podemos entender mejor lo que el pasaje quiere decir si podemos entender la lógica del Targum en cuestión.
De igual manera, algunos cristianos pueden aceptar las interpretaciones de cierto maestro o pastor de la Biblia como si esas interpretaciones fueran la Palabra inspirada de Dios. Si bien la iglesia moderna está bendecida con algunos maestros sabios y fieles, todas las enseñanzas deben ser evaluadas con base en la Palabra de Dios. La autoridad de un maestro solo se extiende en la medida en que su enseñanza sea una presentación precisa de la Palabra de Dios. Nunca deberíamos seguir a ningún maestro hasta el punto que sus palabras se equiparen con las Escrituras.
En su libro devocional "Por el amor a Dios", D. A. Carson ofrece ideas sobre varios pasajes de la Biblia, como es común en los libros devocionales. Sin embargo, Carson declara claramente que su propósito es "proporcionar comentarios edificantes y reflexiones sobre algunas partes del texto designado, y así alentar a los lectores a reflexionar más sobre los pasajes bíblicos que están leyendo.... Si debes omitir algo, omite este libro y lee la Biblia en su lugar". Esta es la perspectiva correcta.
