Respuesta:
Malaquías fue un profeta del Antiguo Testamento y el último de los profetas escritores. Es probable que escribiera el libro de Malaquías entre los años 440 y 400 a.C. Se sabe muy poco sobre Malaquías como persona, excepto lo que se puede deducir de sus mensajes públicos, registrados en su libro.
El nombre de Malaquías significa "mi mensajero", un título apropiado para un profeta, uno de los mensajeros de Dios. Malaquías escribió al remanente de los israelitas que habían regresado después de 70 años de cautiverio en Babilonia. Ministró durante el tiempo de Nehemías y después de la época de los profetas Hageo y Zacarías. El templo había sido reconstruido y el pueblo de Israel estaba una vez más en la Tierra Prometida, pero estaban volviendo a caer en pecado.
Malaquías escribió, y podemos suponer, que habló, de manera audaz y directa. Reprende los pecados de los sacerdotes y del pueblo de Judá: los sacerdotes habían sido negligentes en sus deberes oficiales; el pueblo se había divorciado de sus legítimas esposas; se habían casado con esposas extranjeras; dudaban de la justicia de Dios; y estaban incumpliendo el pago de sus diezmos, trayendo diversas plagas sobre la tierra. A pesar de las dudas de Israel, Malaquías les asegura que el Señor Dios los sigue amando (Malaquías 1:2-5).
El profeta Malaquías trajo un mensaje de juicio sobre el pueblo porque no habían aprendido de las consecuencias de sus pecados pasados. Se comunica con un estilo distinto: en varios lugares, primero hace una afirmación, luego se anticipa a una objeción hecha por los que le escuchan y luego refuta la objeción retórica. Malaquías hace esto ocho veces en su libro. Cada vez, utiliza la misma expresión: "Y decís". Un ejemplo de este estilo de debate se encuentra en Malaquías 1:6–7:
"vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo".
El libro que Malaquías escribió se distingue por ser el único libro profético que no termina en liberación, sino en juicio; de hecho, termina con la palabra maldición. Parte del ministerio de Malaquías fue preparar los corazones del pueblo de Dios y el camino para Juan el Bautista, quien a su vez prepararía el camino para el Mesías, Jesucristo nuestro Señor (Malaquías 3:1; 4:5). El libro de Malaquías cierra el Antiguo Testamento con una predicción del Mesías. Después del ministerio de Malaquías, pasaron 400 años durante los cuales no hubo ningún profeta de Dios. Pero luego se abre el Nuevo Testamento y amanece un nuevo día, trayendo a Juan el Bautista, a Jesucristo y el cumplimiento de las profecías de Malaquías.