Respuesta:
Pablo el apóstol era un ciudadano romano. A diferencia de otros de su época que tuvieron que comprar su ciudadanía, como el comandante romano en Hechos 22:28, Pablo nació como un ciudadano romano (Hechos 16:37). El hecho de su ciudadanía romana se afirma claramente en las Escrituras y fue algo que Pablo usó algunas veces para su propio beneficio.
Pablo era ciudadano romano de nacimiento, y Tarso, donde Pablo nació, era una ciudad libre (ver Hechos 21:39). El emperador Pompeyo convirtió a Cilicia en una provincia romana en el año 64 a.C., y su capital, Tarso, era una ciudad libre desde la época de Augusto. Aunque no se sabe exactamente cómo sus padres se convirtieron en ciudadanos de Roma, Pablo era ciudadano romano por nacimiento, lo cual era un privilegio que muchos no tenían. Algunos podían comprar la ciudadanía romana, pero era costosa (ver Hechos 22:28). Los privilegios de la ciudadanía explican cómo Pablo escapó del azotamiento en Hechos 22:25-27 y pudo apelar para una audiencia ante el emperador Nerón en Hechos 25:10-11.
Dios usó el pasado de Pablo para Su gloria, y Pablo testificó que "Dios… me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia" (Gálatas 1:15). Gracias a su formación judía y su conocimiento de la cultura y filosofía griega adquirido en Tarso, Pablo estaba preparado para predicar tanto a judíos como a gentiles en todo el mundo romano. Su condición de ciudadano romano de nacimiento le benefició mucho en sus viajes misioneros para cumplir las palabras de Jesús, afirmando lo siguiente: "instrumento escogido me es este, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel" (Hechos 9:15).
