Pregunta: "¿Qué debemos aprender de la historia de Pablo y Bernabé?"
Respuesta:
Pablo y Bernabé viajaron juntos por la isla de Chipre y la provincia de Asia (la moderna Asia Menor) para predicar el evangelio en el primer viaje misionero (Hechos 13). El nombre de Bernabé significa "hijo de consolación", y la consolación fue su primera función en la vida de Pablo. Cuando el recién convertido Saulo/Pablo vino a los cristianos de Jerusalén, éstos le tuvieron miedo. Pero Bernabé estableció una conexión entre Saulo y los demás cristianos, confirmando la realidad de su fe y su ministerio (Hechos 9:26-27).
Más adelante, llegó a Jerusalén la noticia de una iglesia floreciente en Antioquía de Siria, y enviaron a Bernabé a animar a los creyentes de allí (Hechos 11:22). Muchas personas comenzaron a acercarse al Señor y a unirse a la iglesia, por lo que Bernabé buscó a Pablo y, al encontrarlo, lo llevó a Antioquía. El relato bíblico llama a Bernabé un "varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe" (Hechos 11:24). Mientras Pablo y Bernabé todavía estaban en Antioquía, un profeta llamado Agabo predijo una hambruna, y la iglesia decidió enviar ayuda a los hermanos que vivían en Judea (versículos 27-29). Enviaron a Pablo y a Bernabé para que entregaran la ayuda (versículo 30).
Después, el Espíritu Santo escogió a Pablo y Bernabé como misioneros (Hechos 13:2), y la iglesia de Antioquía los envió. Pablo y Bernabé llevaron a Juan Marcos como ayudante y recorrieron muchas zonas gentiles presentando el evangelio. Eran "hombres que han expuesto su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo" (Hechos 15:26). En la mitad del viaje, Marcos dejó a Pablo y a Bernabé, y esto llegó a ser un motivo de discusión más adelante. Al planear un segundo viaje misionero, Pablo y Bernabé no se pusieron de acuerdo sobre si debían llevar de nuevo a Marcos. Pablo no quería llevarlo, ya que los había abandonado. Bernabé, siempre alentador, no estaba dispuesto a dejar atrás a Juan Marcos. Se produjo un "desacuerdo" entre ellos y se separaron. Desde ese momento, Bernabé viajó con Juan Marcos, y Pablo escogió a Silas como su compañero de ministerio (Hechos 15:36-41). Posteriormente, vemos signos de que la ruptura fue sanada, y Pablo consideró a Marcos "útil" para el ministerio (2 Timoteo 4:11).
Podemos aprender una importante lección de la relación entre Pablo y Bernabé. Dos hombres de Dios, amados por las iglesias, llenos del Espíritu, soportando juntos la persecución, viendo a la gente salvarse y gozando de un ministerio eficaz. Sin embargo, eran imperfectos y no estaban de acuerdo en todo. Discutieron y se separaron. Incluso los mejores y más fieles entre nosotros son propensos a los conflictos y errores interpersonales. Todos somos seres humanos caídos. Los ministerios de ambos hombres continuaron—de hecho, ¡el número de equipos misioneros se duplicó! Dios puede usar hasta nuestros desacuerdos para hacer avanzar Su obra.
Pablo y Bernabé seguían dependiendo de Dios. Avanzaron tranquilamente, aunque eso significara separarse. En cuanto a la opinión personal y el procedimiento práctico, Pablo y Bernabé diferían. En cuestiones de doctrina, ambos veían la necesidad de compartir el evangelio con el mundo. Estaban unidos en lo que es verdaderamente importante.
