Respuesta:
Jotam se convirtió en rey de Judá a la edad de veinticinco años y reinó durante dieciséis años, desde el 750 al 735 a.C. (2 Reyes 15:33; 2 Crónicas 27:1). "Jotam hizo lo recto ante los ojos del Señor, conforme a todo lo que su padre Uzías había hecho; pero no entró en el templo del Señor. Pero el pueblo seguía corrompiéndose" (2 Crónicas 27:2 − NBLA, ver también 2 Reyes 15:34–35). El rey Uzías había sido fiel al Señor, pero luego se volvió orgulloso e intentó quemar incienso en el altar del Señor, algo que solo podían hacer los sacerdotes (2 Crónicas 26:16–20). Como resultado, Dios castigó a Uzías con lepra. Uzías vivió el resto de sus días en una casa separada, mientras su hijo Jotam supervisaba el palacio y gobernaba al pueblo (2 Crónicas 26:21). Jotam no repitió el error de su padre de entrar al templo de manera imprudente.
"Jotam se hizo poderoso porque ordenó sus caminos delante del Señor su Dios" (2 Crónicas 27:6 − NBLA). Reconstruyó la Puerta Superior del templo y también realizó trabajos en la muralla de Ofel y construyó ciudades, fortalezas y torres (2 Crónicas 27:3–4). Sin embargo, el rey Jotam no logró eliminar los lugares altos, por lo que el pueblo siguió haciendo sacrificios allí (2 Reyes 15:35). Jotam libró una guerra exitosa contra los amonitas, que le pagaron tributo durante tres años (2 Crónicas 27:5). Durante el reinado de Jotam, "el Señor comenzó a enviar a Rezín, rey de Aram, y a Peka, hijo de Remalías, contra Judá" (2 Reyes 15:37 − NBLA). Durante el reinado de Acaz, hijo de Jotam, los arameos marcharían contra Judá, resultando en una derrota y grandes bajas para Judá (2 Crónicas 28:5). Después de la derrota inicial, Acaz pidió ayuda a los asirios y acabó saqueando y cerrando el templo de Dios y creando más lugares altos (2 Reyes 16:5–18; 2 Crónicas 28:5–25).
Isaías, Oseas y Miqueas profetizaron durante el reinado de Jotam (Isaías 1:1; Oseas 1:1; Miqueas 1:1). Además, las genealogías en 1 Crónicas 1–5 se registraron durante el reinado de Jotam (1 Crónicas 5:17).
A pesar del ejemplo piadoso de Jotam, su hijo Acaz resultó ser un rey malvado. Aun así, tanto Jotam como Acaz son antepasados de Jesucristo (Mateo 1:9). Dios es capaz de usar a todas las personas para cumplir Sus buenos propósitos.