Pregunta: ¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo: "veía a Satanás caer del cielo como un rayo"?
Respuesta:
En Lucas 10:18, Jesús dice: "veía a Satanás caer del cielo como un rayo". El contexto de estas palabras es el regreso de los 70 (o 72) discípulos que Jesús había enviado a evangelizar y preparar Su camino a Jerusalén (ver versículo 1). Cuando los 70 regresan y dan su informe, están alegres y un poco sorprendidos de que "aun los demonios se nos sujetan en tu nombre" (versículo 17). Las primeras palabras de Jesús en respuesta son: "veía a Satanás caer del cielo como un rayo" (versículo 18).
Al referirse a la caída de Satanás del cielo, Jesús probablemente tenía en mente Isaías 14:12: "¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones". La caída de Satanás que Jesús vio ocurrió después del pecado de Lucifer, antes de la tentación de Adán y Eva en el jardín del Edén. En su orgullo, Lucifer se había exaltado, pero Dios lo había arrojado de su lugar original en el cielo (aunque por ahora tiene un acceso limitado al cielo según Job 1:6). La declaración de Jesús en Lucas 10:18 habla de la preexistencia de Jesús y de la derrota del Señor sobre el poder de Satanás en un sentido general.
Cuando los discípulos de Jesús regresaron para informar de su alegría por su autoridad sobre los demonios, Jesús, en otras palabras, les dice que no deberían haberse sorprendido. Satanás es un enemigo caído y siempre ha estado sujeto a la autoridad del Hijo de Dios. Jesús había enviado a los 70 con Su autoridad, que se extiende sobre el reino demoníaco. La caída de Satanás "como un rayo" indica que su juicio en el cielo fue rápido y evidente. Jesús no solamente dio a los 70 autoridad sobre los demonios, sino que también les dio el poder de "hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo" (Lucas 10:19).
Mientras los 70 están celebrando que los demonios se les sometieron en nombre de Jesús, en Lucas 10:17, Jesús redirige su emoción hacia una bendición aún más grande: ¡su salvación! Jesús dice: "Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos" (versículo 20). Echar fuera demonios tiene un beneficio temporal y limitado en este mundo, ¡pero tener tu nombre escrito en el cielo es una bendición eterna e ilimitada!
Apocalipsis 12:9 menciona otro momento en el que Satanás es arrojado del cielo: "Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él". Creemos que esto sucede durante el futuro período de tribulación, cuando a Satanás se le prohíba el acceso al cielo de una vez por todas.
Al final de la Gran Tribulación, Jesús va a regresar, derrocará el reino que Satanás estaba intentando establecer, y atará al diablo por 1,000 años (Apocalipsis 20:1–3). Al final de los 1,000 años, Satanás será liberado para una batalla final, pero será derrotado de nuevo y arrojado al lago de fuego por la eternidad (Apocalipsis 20:7-10).
Jesús tiene poder sobre Satanás y poder para salvarnos. Todavía hoy, los creyentes enfrentan una batalla espiritual contra las fuerzas del mal (Efesios 6:12). Con el Espíritu de Dios, no necesitamos temer a Satanás o a los espíritus malignos; más bien, dependemos de la fuerza del Señor para la victoria en nuestras luchas espirituales y confiamos en que Dios nos guardará para la herencia del cielo. "Mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo" (1 Juan 4:4).