Pregunta: ¿Qué es la sociología? ¿Debe un cristiano estudiar sociología?
Respuesta:
La sociología es el estudio del comportamiento social, las normas, los orígenes y el desarrollo. Trata del comportamiento de las instituciones y organizaciones creadas por el hombre y de cómo se comportan las personas cuando se organizan en grupos, en contraposición a cuando lo hacen individualmente. Puesto que Dios es un Ser relacional, los seres humanos también lo son. Parte de ser creados a imagen de Dios (Génesis 1:27) es que somos criaturas sociales que se organizan de forma natural en sociedades. Por tanto, la sociología se puede considerar parte de un estudio más amplio de la naturaleza humana.
La sociología trata de comprender la estructura y el comportamiento sociales, el desorden social y el cambio. Tradicionalmente, la sociología se ha centrado en las clases sociales, el derecho, la religión y la desviación. Sin embargo, dado que las instituciones humanas modernas tienden a depender en gran medida unas de otras, y dado que afectan a la sociedad en general, la sociología como ciencia ha crecido hasta incluir la evaluación de las esferas médica, militar, penal, educativa y tecnológica de la sociedad.
El primer verdadero sociólogo fue el filósofo francés Auguste Comte, quien, tras la Revolución Francesa, deseaba encontrar una forma de resolver los problemas de la humanidad. Propuso que el positivismo sociológico era la respuesta. El positivismo es un sistema filosófico que se basa en pruebas lógicas para decidir lo que es verdad. Rechaza lo metafísico y, por tanto, rechaza el cristianismo. Comte postuló que la sociología se podría utilizar para recopilar datos que se pudieran analizar racionalmente y, finalmente, utilizar para superar los problemas de la humanidad. A pesar de los objetivos idealistas de Comte y de la expansión de la sociología, los problemas de la humanidad no se han resuelto, sino que, de hecho, han aumentado.
Los sociólogos posteriores se dieron cuenta del fracaso del positivismo, de ahí el surgimiento del anti-positivismo, otro enfoque de la sociología. El anti-positivismo afirma que el empirismo no se puede aplicar al comportamiento social humano, del mismo modo que se puede aplicar a las leyes de la naturaleza. Para los antipositivistas, el objeto de la sociología es "interpretar el significado de la acción social, y dar así una explicación causal del modo en que procede la acción y de los efectos que produce" (Max Weber, a noted sociologist, in The Nature of Social Action, 1922 - Traducción propia).
Hay muchas otras teorías sociológicas, y la pregunta que cada una de ellas intenta responder es si la humanidad se puede o no mejorar, y en caso afirmativo, cómo. Para un cristiano, la respuesta no se encuentra en la sociología, sino en la Biblia. La verdad es que el hombre es pecador, susceptible a las tentaciones del mal que se encuentran en su interior y en el mundo que lo rodea (Romanos 3:10-11; Mateo 18:7; Marcos 14:38). El problema (el pecado) es universal, y solo hay una cura: la obra de Jesucristo en la cruz (Hebreos 9:13-15). Por la fe en la obra de Cristo y por la morada del Espíritu Santo de Dios, tenemos el poder de rechazar el pecado y elegir la justicia (Hebreos 2:17-18). La respuesta a los males de la sociedad no está en la recopilación de datos, en las deducciones lógicas, en la ingeniería social ni en otras soluciones artificiales. La respuesta es Jesús. Los problemas de la sociedad solo se pueden resolver cuando los individuos de la sociedad encuentran una relación correcta con Dios a través de Cristo.
No hay ninguna razón por la que un cristiano no deba estudiar sociología. Comprender las pautas del comportamiento humano y la causa y el efecto de ese comportamiento es un conocimiento bueno y útil que se puede aplicar en muchos contextos. Sin embargo, la sociología, como perspectiva del hombre sobre el hombre, no mejorará ni puede mejorar al hombre mismo: solo Dios puede hacerlo.