Pregunta: "¿Qué podemos aprender de la tribu de Aser?"
Respuesta:
Aser es una de las doce tribus de Israel. En la época de Moisés, Aser estaba dividida en cinco clanes: los imnitas; los isuitas; y los beriaítas; y, a través de Beriá, el patriarca beriaíta, dos clanes más: los heberitas y los malquielitas. Los primeros tres clanes recibieron el nombre de los hijos de Aser; el cuarto y el quinto, el de los hijos de Beriá (Números 26:44-45).
Aser fue el octavo hijo de Jacob. Su madre era la sierva de Lea, Zilpa, y fue su segundo y último hijo con Jacob. Cuando Aser nació, Lea dijo: "Para dicha mía; porque las mujeres me dirán dichosa" (Génesis 30:13). El nombre Aser significa "feliz".
Aser fue una de las seis tribus escogidas para estar en el monte Ebal y pronunciar maldiciones (Deuteronomio 27:13). Con estas maldiciones, el pueblo prometía a Dios que se abstendría de comportarse mal. Por ejemplo, una maldición dice: "Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre" (Deuteronomio 27:16). Otra dice: "Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino" (Deuteronomio 27:18). Y otra: "Maldito el que se acostare con su suegra" (Deuteronomio 27:23). En total, Aser pronunció doce advertencias (Deuteronomio 27:15-26).
Cuando Jacob bendijo a sus hijos, dijo: "El pan de Aser será substancioso, y él dará deleites al rey" (Génesis 49:20). Más adelante, Moisés bendijo a la tribu diciendo: "Bendito sobre los hijos sea Aser; sea el amado de sus hermanos, y moje en aceite su pie. Hierro y bronce serán tus cerrojos, y como tus días serán tus fuerzas" (Deuteronomio 33:24-25). Lavar los pies en aceite era un símbolo de prosperidad, y que Jacob dijera que la comida de Aser sería "rica" indicaba que Aser poseería tierras fértiles. Según Josué 19:24-31, Aser recibió tierras a lo largo de la costa mediterránea.
A pesar de todas sus bendiciones, la tribu de Aser no fue capaz de expulsar a los cananeos, y "moró... entre los cananeos que habitaban en la tierra" (Jueces 1:31-32). En la época de Débora y Barak, se mantuvo "a la ribera del mar, y se quedó en sus puertos" en vez de unirse a la lucha contra Jabín, un rey cananeo (Jueces 5:17). Esta falta de ayuda a sus tribus compañeras podría reflejar una falta de confianza en Dios, una falta de esfuerzo, un miedo al enemigo o una negativa a molestar a aquellos con los que hacían negocios. Por lo tanto, el ejemplo que se da aquí es negativo: aunque Aser fue ricamente bendecida, no se portó de forma ejemplar; cuando llegó el momento de actuar, no confiaron en Dios ni cumplieron Su plan.
Más adelante, en Jueces, Aser responde al llamado de Gedeón para expulsar a los madianitas, amalecitas y otros del este (Jueces 6:35). En otro importante acto, Aser acepta la invitación de Ezequías a las tribus del Reino del Norte para que se unan a la celebración de la Pascua en Jerusalén (2 Crónicas 30:11). Esto fue considerado un acto de humildad, prueba de un corazón contrito ante Dios.
Finalmente, encontramos que Aser recibió muchas y grandes bendiciones de Dios. Al recibir una bendición, se esperaba que obedecieran los mandamientos del Señor. En esto, muchas veces tuvieron éxito y otras veces fracasaron. Nosotros también hemos sido bendecidos por Dios (Efesios 1:3), y el Señor espera que obedezcamos Sus mandamientos (Juan 14:15). Así como Aser recibió una bendición profética de Jacob, a los hijos de Dios se les ha dicho: "[Dios] según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero" (1 Pedro 1:3-5). Alabado sea el Señor por Sus maravillosos planes para nosotros. ¡Qué consuelo!