Respuesta:
Hay algunos hombres prominentes en la Biblia llamados Zacarías. Uno fue un profeta del Antiguo Testamento que profetizó en los días de Hageo y que escribió el libro de Zacarías (Esdras 5:1; Zacarías 1:1). Este profeta también es mencionado por Jesús como habiendo sido asesinado por los judíos rebeldes y desobedientes de su época (Mateo 23:35). Otro Zacarías prominente fue un rey del reino del norte de Israel (2 Reyes 15:8). El rey Zacarías fue un hombre malvado, el último de la dinastía condenada de Jehú, y fue asesinado después de solo seis meses en el trono. Y, finalmente, está el sacerdote Zacarías, el padre de Juan el Bautista (Lucas 1:5). De este Zacarías hablaremos en este artículo.
En realidad, Zacarías es la primera persona que se menciona en relación con la historia de la Navidad. El libro de Lucas relata que Zacarías y su esposa, Elisabet, eran personas justas que honraban a Dios, que no tenían hijos y que ya habían pasado la edad fértil (Lucas 1:6-7). Zacarías, como parte de sus deberes sacerdotales en el templo, fue elegido para entrar en el Lugar Santo para quemar incienso ante el Señor (versículo 8). Mientras servía al Señor en el templo, se le apareció el ángel Gabriel y le dijo que él e Isabel habían sido elegidos por Dios para tener un hijo que sería el precursor del Mesías (versículo 17). Debían consagrar a su hijo como siervo de Dios y ponerle por nombre Juan.
Aunque se trataba de una gran noticia, Zacarías no creyó inicialmente al ángel. Objetó que esto no podía ser posible, ya que él y su esposa eran demasiado viejos (Lucas 1:18). A causa de la incredulidad de Zacarías, Gabriel le dijo que quedaría mudo hasta que naciera el niño (versículo 20). Zacarías fue inmediatamente incapaz de hablar y, cuando salió del templo, tuvo que comunicarse con gestos de las manos. La gente reunida fuera del templo para orar comprendió que había tenido algún tipo de visión (versículo 22). Zacarías volvió a casa, y sucedió tal como había dicho el ángel. Elisabet quedó embarazada (versículo 24).
La siguiente vez que se menciona a Zacarías es después del nacimiento de su hijo. En la circuncisión del niño, la familia y los amigos de Elisabet quisieron ponerle el nombre de Zacarías, pero Elisabet insistió en que se llamara Juan (Lucas 1:59-60). Cuando consultaron a Zacarías, éste pidió una tablilla y "escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron" (versículo 63). Inmediatamente, Zacarías pudo hablar y comenzó a alabar al Señor. Lucas 1,67-79 recoge las palabras proféticas que proclamó Zacarías, que quizá fueran en forma de canción. Sus palabras indican el cambio de corazón y la fe que había crecido durante sus nueve meses sin hablar.
De Zacarías aprendemos que, cuando seguimos fielmente al Señor y continuamos elevando nuestras oraciones a Él, Él nos escucha y responde de acuerdo a Su voluntad para nuestras vidas (Lucas 1:13; 18:1; 1 Juan 5: 14-15). No hay nada demasiado difícil para el Señor. El plan de Dios puede verse muy diferente a lo que pensamos que queremos, pero Su camino siempre es el mejor. Zacarías podría haber pensado que solo quería un hijo; Dios le dio un profeta cuyo nombre está ligado para siempre con la historia de Jesucristo.
