Pregunta: ¿Quiénes eran Zeba y Zalmuna en la Biblia?
Respuesta:
Zeba y Zalmuna eran reyes madianitas que vivieron durante uno de los períodos más oscuros registrados en las Escrituras, la época de los jueces de Israel. La derrota de estos dos reyes está detallada en Jueces 8:1–21, cuando Gedeón los venció y puso fin a su opresión.
Dios permitió que los israelitas cayeran bajo la opresión de los madianitas como forma de juicio por el pecado de idolatría de Israel. Cuando Gedeón fue llamado por Dios para juzgar a Israel, Zeba y Zalmuna habían estado oprimiendo a Israel durante siete años (Jueces 6:1). "Porque sucedía que cuando los hijos de Israel sembraban, los madianitas venían con los amalecitas y los hijos del oriente y subían contra ellos. Acampaban frente a ellos y destruían el producto de la tierra hasta Gaza, y no dejaban sustento alguno en Israel, ni oveja, ni buey, ni asno. Porque subían con su ganado y sus tiendas, y entraban como langostas en multitud. Tanto ellos como sus camellos eran innumerables, y entraban en la tierra para devastarla. Así fue empobrecido Israel en gran manera por causa de Madián, y los israelitas clamaron al Señor” (Jueces 6:3–5 − NBLA). Algunos israelitas incluso habían comenzado a vivir en cuevas para refugiarse (versículo 2).
El triunfo de Gedeón sobre las fuerzas de Zeba y Zalmuna sirve como un ejemplo de cómo Dios se impone a circunstancias imposibles para Su gloria. Los reyes madianitas se habían aliado con otros grupos y tenían un gran ejército, "como langostas en multitud, y sus camellos eran innumerables como la arena que está a la ribera del mar en multitud” (Jueces 7:12). Gedeón reunió un ejército, pero Dios lo redujo a solo 300 hombres (Jueces 7:1–8). Dios intencionalmente puso las probabilidades en contra de Gedeón para mostrar Su poder. Como le dijo a Gedeón, "Si dejo que todos ustedes peleen contra los madianitas, los israelitas se jactarán ante mí de que se salvaron con su propia fuerza” (Jueces 7:2 − NTV).
Dios entregó a los madianitas en manos de Israel, que persiguió a sus enemigos mientras huían hacia el río Jordán. Dos comandantes madianitas, Oreb y Zeeb, fueron capturados y decapitados (Jueces 7:25). Capturar a Zeba y Zalmuna tomó más tiempo. Gedeón y sus hombres cruzaron el Jordán y persiguieron a los reyes a través de dos ciudades que se negaron a ayudar a Gedeón. Finalmente, Gedeón y sus hombres los alcanzaron en Carcor. Solo quedaban unos 15,000 soldados para luchar por Zeba y Zalmuna; 120,000 guerreros madianitas habían muerto (Jueces 8:10). Gedeón sorprendió al enemigo; Zeba y Zalmuna huyeron nuevamente, pero no llegaron muy lejos antes de ser capturados (versículo 12).
Gedeón llevó a Zeba y Zalmuna de regreso a las ciudades que se habían negado a ayudarlo, para mostrar a los líderes de la ciudad que Dios había concedido realmente la victoria a Israel. Luego Gedeón interrogó a los reyes capturados, y estos confesaron haber asesinado a los hermanos de Gedeón en Tabor (Jueces 8:13–19). Por ese crimen, Gedeón ordenó a su hijo Jeter que ejecutara a los reyes, pero Jeter, siendo joven, tenía miedo (versículo 20). "Entonces dijeron Zeba y Zalmuna: Levántate tú, y mátanos; porque como es el varón, tal es su valentía. Y Gedeón se levantó, y mató a Zeba y a Zalmuna; y tomó los adornos de lunetas que sus camellos traían al cuello" (versículo 21).
Aparte de su derrota, poco se sabe de Zeba y Zalmuna. Se mencionan en uno de los salmos imprecatorios: "Pon a sus capitanes como a Oreb y a Zeeb; Como a Zeba y a Zalmuna a todos sus príncipes" (Salmo 83:11). También se hace referencia a su derrota en 1 Samuel 12:11 e Isaías 10:26, aunque no se mencionan nombres. No existe ninguna otra prueba histórica o arqueológica de estos reyes. El destino de estos reyes malvados sirve como una demostración del juicio de Dios y Su gloria.