Pregunta: ¿Cuáles son las promesas en Apocalipsis para el que vence?
Respuesta:
En cada una de las cartas a las siete iglesias de Asia Menor registradas en Apocalipsis, hay promesas para el que vence. Jesús es quien da las promesas, y el vencedor es aquel que permanece firme a través de las pruebas, manteniéndose fiel a la fe en Cristo hasta el final.
A la iglesia de Éfeso se le presenta la promesa de que al vencedor se le concederá comer del árbol de la vida en el paraíso de Dios (Apocalipsis 2:7).A la iglesia de Esmirna se le promete que no sufrirá la muerte segunda (Apocalipsis 2:11). A la iglesia de Pérgamo, el vencedor recibirá maná del cielo y una piedra blanca con el nuevo nombre del vencedor escrito en ella (Apocalipsis 2:17). A la iglesia en Tiatira, se le promete al vencedor gobernar con Cristo en Su reino (Apocalipsis 2:26). A la iglesia en Sardis, el que vence será vestido con vestiduras blancas y su nombre no será borrado del libro de la vida; además, Jesús confesará su nombre delante de los ángeles y el Padre (Apocalipsis 3:5). A la iglesia en Filadelfia, el vencedor será una columna en el templo de Dios (Apocalipsis 3:12). A la iglesia en Laodicea, el que vence se sentará con Cristo en Su trono (Apocalipsis 3:21). Estas son las promesas en Apocalipsis para el vencedor.
A lo largo del libro de Apocalipsis, es evidente que Cristo es finalmente quien vence. Es el León de Judá, la Raíz de David, quien ha vencido (Apocalipsis 5:5), y vencerá a los diez reyes de la bestia, porque Él es el Rey de reyes (Apocalipsis 17:14). Juan escribe anteriormente que todo lo que es nacido de Dios vence al mundo (1 Juan 5:4a) y que la victoria—o la superación misma—es nuestra fe—o nuestra creencia en Él (1 Juan 5:4b). Juan aclara esta definición clave en el siguiente versículo cuando añade que el que vence es el que cree en Jesús (1 Juan 5:5). Este contexto es importante, ya que ayuda a explicar al lector de Apocalipsis que, como Cristo ha vencido, el que cree en Él también ha vencido. Por eso, cada creyente en Cristo puede esperar recibir las promesas en Apocalipsis hechas al que vence:
— No ser dañado por la segunda muerte (la segunda muerte es el juicio de ser separado de Dios y condenado al infierno, como se ve en Apocalipsis 20:6, 14; 21:8)
— Recibir maná del cielo
— Recibir una piedra blanca con un nuevo nombre escrito en ella
— Gobernar con Cristo en Su reino venidero
— Ser vestido con vestiduras blancas
— Tener su nombre permanentemente en el Libro de la Vida, para nunca ser removido
— Que Jesús confiese el nombre del vencedor ante los ángeles y el Padre
— Ser una columna en el templo de Dios
— Sentarse con Cristo en Su trono
Los creyentes en Jesús pueden estar animados sabiendo que han vencido a través de Jesús. Juan escribe a los creyentes del primer siglo que han vencido, porque mayor es el que está en ellos que el que está en el mundo (1 Juan 4:4). Esta victoria es algo que Dios nos proporciona cuando creemos en Jesús; no es algo que ganamos con nuestros propios esfuerzos. Por eso, nuestra confianza está en Él y no en nosotros mismos. La salvación es un regalo de Dios, por Su gracia a través de la fe y no como resultado de nuestras propias obras (Efesios 2:8–9). Debido a que los creyentes han vencido a través de Jesús, pueden tener confianza y gozo al saber que Él vendrá de nuevo un día para otorgar a los vencedores lo que Él ha prometido.