Pregunta: ¿Qué es el agnosticismo teísta / teísmo agnóstico?
Respuesta:
El teísmo es la creencia en un dios o dioses, y el agnosticismo es la creencia de que la existencia de un dios no se puede conocer con certeza. El agnosticismo teísta o, más comúnmente, el teísmo agnóstico parece una contradicción en los términos.
Una definición resumida del teísmo agnóstico es la siguiente: "una creencia en la existencia de un dios mantenida simultáneamente con una incertidumbre sobre la existencia de cualquier dios, la duda de que dicha existencia pueda probarse o la desconfianza de que cualquier dios se pueda conocer plenamente". El teísmo agnóstico tiene elementos de fe personal, pero permanece incierto en cuanto a la validez de las afirmaciones de la fe en ausencia de pruebas tangibles.
Una forma matizada de teísmo agnóstico se ve comúnmente entre los teólogos que aceptan la idea de que Dios es tan trascendente que tiene ciertas características imposibles de conocer o probar completamente. Este tipo de teísmo agnóstico no es un intento de refutar a Dios; más bien, es una aceptación de que Dios es únicamente Dios. En el Jardín del Edén, había un árbol que Adán y Eva no podían tener. El árbol de la ciencia del bien y del mal pertenecía exclusivamente a Dios (Génesis 2:17). En otras palabras, hay realidades que solo pertenecen a Dios. Él no tiene que revelar todo el conocimiento, y no tiene que revelar Sus razones para guardarse algunas cosas.
En la cultura moderna está surgiendo una redefinición del agnosticismo. Es decir, un agnóstico puede creer que Dios existe, pero vivir como si no existiera, porque Dios no es plenamente conocible o Su soberanía está limitada de alguna manera. Aquí es donde la subjetividad del teísmo agnóstico cobra fuerza en la sociedad moderna. Esta postura teológica se define por las preferencias, opiniones y sentido de satisfacción personal de cada uno.
Muchas personas que participan en rituales religiosos o se unen a un grupo religioso practican la religión con el único propósito de superarse o de afirmación personal. Los agnósticos pueden hacer esto, encontrando una utilidad espiritual en la tradición y la mejora social. Al realizar actos religiosos, el agnóstico puede asignar un nivel de cognoscibilidad (o incognoscibilidad) al dios de su propia imaginación. Si la función de la religión satisface sus necesidades egocéntricas, ¿por qué necesita conocer a Dios?
Este tipo de religión pragmática podría considerarse una forma de teísmo agnóstico. El popular "evangelio de la prosperidad" trata de definir a Dios/un dios en términos de la propia necesidad de autorrealización y mejora. Esto contrasta con la revelación bíblica de Dios y Su naturaleza suprema sobre toda la creación. Lo que sabemos de Dios se realiza plenamente en las Escrituras y en la revelación personal de Jesucristo.
La incomprensibilidad de Dios se hace comprensible por el propio deseo de Dios de darse a conocer al hombre a través de la revelación divina. La Biblia dice que Dios está más allá de nuestra capacidad de conocerlo plenamente (Salmo 145:3; Isaías 55:8-9; Romanos 11:33-34; 1 Corintios 2:10; 1 Timoteo 6:13-16), pero Dios está dispuesto a darse a conocer en la suficiencia de Su gracia.
La posibilidad de conocer a Dios es un don divino que aviva la fe mediante la acción de la gracia de Dios en el corazón humano. Dios se revela plenamente en Cristo Jesús (Jeremías 9:23-24; 1 Corintios 2:2; Gálatas 6:14; Juan 17:3; Hebreos 8:11-12; 1 Juan 4:7-8). La revelación perfecta de Dios en Cristo es el fundamento sólido para los creyentes. Por la fe (no por el método científico) los cristianos pueden vivir con certeza en medio de opiniones posmodernas como el teísmo agnóstico.
Filosofías como el teísmo agnóstico surgen del intento del mundo de reglamentar lo que es aceptable y discutible en la sociedad. Se considera que las personas son más inteligentes, políticamente correctas y socialmente sensibles si transigen en su fe personal en Cristo. Si admiten alguna "duda" sobre la existencia de Dios, el mundo les verá como más "ilustrados".
Aunque muchos cristianos profesantes afirman creer en Dios, muchos actúan como si Él no existiera realmente. Claman por las cosas que ofrece el mundo y siguen la misma vida de los que no tienen fe. No saben lo que dice la Biblia sobre Dios, así que se conforman con una forma de agnosticismo (ver 2 Timoteo 3:5) mientras niegan la certeza de la revelación que Dios hace de Sí mismo.
