Respuesta:
El apóstol Pablo usa la frase "andéis como es digno" en Efesios 4:1 y Colosenses 1:10. La redacción de la NVI y la NBLA dice "vivir de una manera digna".
En los tres primeros capítulos de Efesios, Pablo anima a los creyentes con la gloriosa verdad de la gracia de Dios al escogerlos del mundo para que fueran "santos y sin mancha delante de él" (Efesios 1:4). Luego, en el capítulo cuarto, pasa a la aplicación práctica de la teología, exhortándoles a "andar dignamente" de su vocación y posición en Cristo: "Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz" (Efesios 4:1-3).
"Andar" en el Nuevo Testamento a menudo se refiere a la conducta diaria de la vida de una persona. Efesios 2:10 dice que Dios ha ordenado que Sus hijos "anden" en buenas obras. Pablo también anima a los creyentes colosenses, rogándoles que "andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz" (Colosenses 1:10-12). Pablo asegura a los cristianos de Roma que todos aquellos cuya fe descansa en Cristo han sido bautizados en Su muerte y sepultados con Él, y que ahora, "como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva" (Romanos 6:4).
La palabra digno tiene la idea de "concordar": nuestras acciones deben concordar con nuestras palabras, y nuestra presentación externa debe concordar con nuestras convicciones internas. "Andar dignamente" de nuestra vocación significa vivir de acuerdo con esa vocación, vivir de tal manera que honremos a Dios mientras completamos Su plan de acción para nosotros. En Colosenses 1, caminar dignamente está ligado a cuatro características personales:
1) fructificar en toda buena obra
2) crecer constantemente en el conocimiento de Dios
3) usar el poder de Dios para soportar con gozo y perseverar con paciencia, y
4) dar gracias al Padre por lo que ha hecho.
El mandamiento de andar como es digno de nuestra vocación no significa que tengamos que merecer o ganarnos de alguna manera nuestra posición. Más bien, Pablo está exhortando a los creyentes a vivir sus vidas para demostrar que pertenecen a Cristo. Deben mantener una fidelidad a Cristo y vivir con integridad. Los verdaderos creyentes mostrarán el fruto del Espíritu que vive en ellos (Juan 14:17; Gálatas 5:22-23). Su vida diaria concuerda con su mensaje (el evangelio), su posición en Cristo y el carácter de Cristo. Viven su religión, no solo la profesan.
Hemos sido llamados "con un llamamiento santo" (2 Timoteo 1:9, NBLA). Santiago reitera la idea de que debemos andar de acuerdo con ese llamado, nuestras vidas, reflejando buenas obras: "Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?"
(Santiago 2:14). Santiago está advirtiendo a los que no caminan dignamente de su vocación que su "fe" es una fe muerta, que no es fe en absoluto. La forma en que vivimos debe coincidir con lo que decimos que creemos.
Hemos sido llamados de las tinieblas a la luz (Hechos 26:18), de la esclavitud del pecado a la libertad (Romanos 6:16-18), y del reino de Satanás al reino de Dios (1 Corintios 1:9; Colosenses 1:13). La realidad de ese llamado se refleja en nuestra vida diaria al confiar en Su poder divino para "andar como es digno".
