Pregunta: ¿Cuántos ángeles pueden bailar en la cabeza de un alfiler?
Respuesta:
La aparente frívola pregunta de cuántos ángeles pueden bailar en la cabeza de un alfiler tiene raíces históricas en la Edad Media. La pregunta también se plantea alternativamente como: "¿Cuántos ángeles pueden bailar en la punta de una aguja?"
¿Cuántos ángeles pueden bailar en la cabeza de un alfiler?, fue un tema de discusión serio entre los escolásticos. Tomás de Aquino dijo que, ya que dos ángeles no pueden estar en el mismo lugar al mismo tiempo, solo podría estar uno en la punta de una aguja cada vez. Y así comenzó el debate. Otros afirmaron que los ángeles son espíritus, por lo que no hay límite al número de ángeles que podrían caber en la punta de una aguja o en la cabeza de un alfiler. Obviamente, si los ángeles son espíritus, podría ser erróneo considerar que están sobre algo. Visto de otra manera, si los ángeles toman una forma corporal (como lo hacen de vez en cuando en las Escrituras), ¿hasta qué punto se podrían hacer pequeños? Un pensador moderno podría preguntarse, si los ángeles son tan pequeños como una célula bacteriana, ¿cuántos podrían caber en la cabeza de un alfiler o en la punta de una aguja? ¿Y podrían hacerse aún más pequeños que eso? ¿Podrían hacerse tan pequeños como electrones? ¿Incluso más pequeños? ¿Cuántos ángeles podrían caber en un electrón?, etc., ad infinitum ad absurdum.
Con la Reforma, los teólogos protestantes se burlaron de este tipo de especulaciones y debates. ¿Por qué los teólogos iban a debatir tales problemas cuando estaban en juego los temas importantes de la salvación y la eternidad? Cómo puede una persona estar bien con Dios es mucho más importante que cuántos ángeles pueden caber en un pequeño espacio. La pregunta en sí, que evoca debates pocos prácticos, se ha convertido en una expresión que se refiere a cualquier tipo de discusión académica sin importancia.
Es por eso que hoy en día, si una persona hace una pregunta teológica o filosófica que el oyente considera una pérdida de tiempo, puede expresar esa opinión respondiendo a la pregunta con otra pregunta "¿Cuántos ángeles pueden bailar en la cabeza de un alfiler?"
La intención original de la pregunta sobre cuántos ángeles pueden bailar en la cabeza de un alfiler no era averiguar la respuesta real. Los escolásticos medievales estaban contemplando la naturaleza de los ángeles, espíritus, espacio físico y otros conceptos teológicos y filosóficos. Tales reflexiones pueden ser valiosas si contribuyen a una mayor comprensión de la verdad bíblica y no son fines en sí mismas. Incluso el conocimiento bíblico preciso no es un fin en sí mismo. Jesús reprendió a los expertos religiosos de Su tiempo: "Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida" (Juan 5:39–40).
