Pregunta: ¿Qué significa arrepentirse y creer en el evangelio (Marcos 1:15)?
Respuesta:
Tras el arresto de Juan el Bautista, "Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio" (Marcos 1:14-15). La exhortación de Jesús a Sus oyentes para que se arrepintieran indicaba que necesitaban cambiar su forma de pensar. Marcos se refiere al mensaje de Jesús como "el evangelio de Dios" (versículo 14, NBLA) o "las buenas nuevas de Dios". Era la buena noticia de que el reino estaba cerca, y Jesús estaba preparando a sus oyentes para que formaran parte de ese reino.
Muchos de los oyentes de Jesús pensaban que ya eran justos y que entrarían en el reino de Dios por su relación con Abraham y Moisés y porque cumplían las leyes que Dios había dado a Israel por medio de Moisés. Mateo 5-7 registra el Sermón del Monte de Jesús, en el que Jesús enseñó que Sus oyentes debían cambiar su forma de pensar acerca de cómo podían ser parte de Su reino. La conexión de ellos con Abraham y Moisés no era suficiente, y sus supuestas obras justas no eran suficientes. Esas cosas no son lo que Dios requiere como estándar de justicia. Por el contrario, Jesús explicó que ellos necesitaban tener una verdadera justicia interna, y ellos todavía no la tenían. No solo necesitaban un rey, necesitaban un salvador. Lamentablemente, solo unos pocos reconocían esa necesidad.
Jesús proclamó que la gente necesitaba arrepentirse y creer en el evangelio porque el reino de Dios estaba cerca. El reino eterno de Dios se encuentra actualmente en el cielo. Ahora bien, en pasajes como 2 Samuel 7 y Apocalipsis 19-20, Dios promete que Su reino vendrá a la tierra en forma física en algún momento del futuro. El reino estaba cerca, porque Jesús el Rey había venido a la tierra, presentando el reino y las buenas nuevas sobre ese reino y cómo uno puede ser parte de él-creyendo en el evangelio. Desafortunadamente, el público de Jesús todavía no estaba preparado para el reino, porque todavía no habían reconocido que necesitaban al Mesías para que los hiciera justos, y que Jesús era el Mesías.
El mensaje de Jesús era realmente una buena noticia, y la gente necesitaba cambiar su forma de pensar y pasar de la incredulidad a la fe. Necesitaban creer en el Señor -como Abraham había hecho muchos años antes (Génesis 15:6)- para obtener la justicia que les permitiría formar parte del reino de Dios. Necesitaban arrepentirse (cambiar su parecer acerca de cómo podían entrar al reino) y creer en el evangelio ahora, porque el reino de Dios estaba cerca. Por supuesto, algunos cambiaron de opinión sobre cómo podían ser justos y creyeron en Jesús, pero la mayoría de los líderes y la nación en general no creyeron (Marcos 3:22-30). A causa de ese rechazo, Jesús retrasó el reino y cambió Su enfoque y ministerio a proveer el sacrificio para pagar por los pecados de la gente.
Un día Jesús regresará a la tierra como Rey (Apocalipsis 19-20), y, debido a lo que la Biblia nos dice sobre el futuro, sabemos que nosotros también necesitamos "arrepentirnos y creer en el evangelio porque el reino de Dios se ha acercado." Necesitamos cambiar nuestra mente para pasar de la incredulidad a la creencia y reconocer que somos salvos por gracia mediante la fe y no por nuestras propias obras (Efesios 2:8-9). Cuando creemos en Cristo, ya somos transferidos a Su reino (Colosenses 1:13) y, como Su reino aún no está en la tierra, debemos poner nuestra mente en las cosas de arriba, donde Él está, en lugar de en las cosas de la tierra (Colosenses 3:1-4).
