Pregunta: "¿Qué aspecto tiene Satanás? ¿Qué aspecto tienen los demonios?"
Respuesta:
Lo más cerca que la Biblia llega a describir la apariencia de Satanás y los demonios es en 2 Corintios 11:14, "Satanás se disfraza como ángel de luz". Los versículos alrededor se refieren a los servidores humanos de Satanás disfrazados como "apóstoles de Cristo" y "ministros de justicia". En el contexto, estas descripciones se refieren a los falsos maestros. Pero el principio seguramente se aplica también a los demonios.
Un problema — y es muy grande — al tratar de describir cómo son Satanás y los demonios es que son espíritus. Los espíritus son, por definición, no físicos, y es imposible asignar características físicas a una entidad no física. Como seres espirituales, los demonios no tienen narices, ojos, manos, pies, colas, o cualquier otra cosa que podamos esperar al redactar una descripción. Esa es una de las razones por las que la Biblia nunca describe la apariencia de Satanás. Incluso la descripción del "ángel de luz" en 2 Corintios 11:14 no pretende ser un bosquejo de su apariencia; más bien, quiere hacer hincapié en la naturaleza engañosa de Satanás. El diablo quiere que creamos que él es verdad cuando en realidad él es una falsedad.
Ahora que hemos comprobado que Satanás es un ángel, un ser espiritual, que no tiene ninguna semejanza física que nuestros sentidos puedan captar, podemos hacer algunas conjeturas. Si Satanás decidiera hacer una aparición física — si se nos manifestara visiblemente — lo haría de manera engañosa.
El retrato común que la cultura popular hace de Satanás como una bestia con cuernos de aspecto espantoso, parecido a una cabra, no se encuentra en la Biblia. Antes de su rebelión contra Dios, Satanás era un ser hermoso y glorioso (véase Ezequiel 28:12-15). El aspecto que tiene Satanás ahora es un misterio. Sin embargo, basándonos en 2 Corintios 11:14, podemos saber una cosa con certeza: Satanás engaña a la gente haciéndoles creer que es un ángel de luz. Para que Satanás se revele como el ser malvado y asesino que es, sería contraproducente. La mayoría de la gente no seguiría al detestable y perverso demonio que se muestra en las representaciones convencionales. Así como el pecado con frecuencia parece atractivo al principio — sólo que luego muestra que conduce a la muerte — Satanás trataría de engañarnos mostrándose como algo distinto del mal.
Lo mismo es probable que ocurra con los demonios. ¿Cómo son los demonios? Nadie en la Biblia ha visto jamás un demonio fuera de las visiones divinas de Micaías y Juan; Micaías no proporcionó detalles visuales y Juan, utilizando un simbolismo apocalíptico, escribió que los espíritus eran "como ranas" (véase 1 Reyes 22:21-22 y Apocalipsis 16:13). Si los demonios tomaran una forma visible, elegirían cualquier cosa que fomentara su engaño. Como ángeles caídos, los demonios son seres inteligentes y poderosos. Y son dirigidos por el que quizás sea el ser creado más poderoso (Judas 1:9), Satanás, de quien siguen el ejemplo. Los demonios que aparecen como los seres malvados que en realidad son, obstaculizarían su misión de engaño y tentación.
¿Cómo es Satanás? ¿Qué aspecto tienen los demonios? No hay forma de saberlo con certeza. Si aparecieran, se pondrían una máscara. El engaño siempre lleva una máscara. Satanás y los demonios intentan mostrarse como sirvientes, guías y "luz" para la gente. Pero, no se equivoquen, "el ladrón sólo viene a robar y a matar y a destruir" (Juan 10:10).
No importa lo que Satanás quiera que pensemos de sí mismo, sabemos la verdad: "vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar" (1 Pedro 5:8). Y conocemos su final: "Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él" (Apocalipsis 12:9).
