Pregunta: "¿Qué dice la Biblia acerca del bautismo de infantes?"
Respuesta:
Existe mucha confusión acerca del bautismo en varias denominaciones cristianas. Sin embargo, esto no es resultado de una presentación confusa del mensaje del bautismo en la Biblia. La Biblia es abundantemente clara sobre lo que es el bautismo, para qué es, y cuál es su propósito. En la Biblia, solo los creyentes que habían puesto su fe en Jesucristo eran bautizados – como un testimonio público de su fe, e identificación con Él. (Hechos 2:38; Romanos 6:3-4). El bautismo mediante la inmersión en agua, es un paso de obediencia subsiguiente a la fe en Cristo. Es la proclamación de esa fe en Jesucristo, una declaración de sumisión a Él, y una identificación con Su muerte, sepultura, y resurrección.
En base a lo anterior, el bautismo infantil no es una práctica bíblica. Un infante no puede poner su fe en Cristo. Un infante no puede hacer una decisión consciente de obedecer a Cristo. Un infante no puede entender lo que simboliza el bautismo en agua. La Biblia no registra a ningún infante siendo bautizado. El bautismo infantil fue el origen de los métodos bautismales de rociar o verter agua, ya que era imprudente y peligroso sumergir totalmente a un infante en el agua. Aún el método del bautismo infantil está en discordancia con la Biblia. ¿Cómo puede ilustrar la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo el acto de rociar o verter un poco de agua?
Muchos cristianos que practican el bautismo infantil lo hacen creyendo que éste es el equivalente a la circuncisión en el Nuevo Pacto. Desde este punto de vista, así como la circuncisión unía a un hebreo a los dos pactos, Abrahámico y Mosaico, así el bautismo une a una persona al Nuevo Pacto de la salvación a través de Jesucristo. Este razonamiento es anti-bíblico. El Nuevo Testamento en ninguna parte vincula el bautismo con la circuncisión. Asimismo, en ninguna parte del Nuevo Testamento se describe el bautismo como un signo del Nuevo Pacto. Es la fe en Jesucristo lo que permite que una persona se una a las bendiciones del Nuevo Pacto (1 Corintios 11:25; 2 Corintios 3:6; Hebreos 9:15).
El bautismo no salva a una persona. No importa si fuiste bautizado por inmersión, si vertieron agua o te rociaron con ella – si tú no confías primeramente en Cristo para salvación, el bautismo (sin importar el método) es inútil y sin significado alguno. El bautismo en agua por inmersión es un paso de obediencia que debe ser hecho después de la salvación, como una confesión pública de la fe en Jesucristo y la identificación con Él. El bautismo infantil no tiene cabida en la definición bíblica del bautismo o en el método bíblico del mismo. Si los padres cristianos desean dedicar su hijo a Cristo, entonces lo apropiado es “un servicio de dedicación del bebé”. Sin embargo, aún si los infantes son dedicados al Señor, cuando crezcan, deberán hacer una decisión personal de creer en Jesucristo para que puedan ser salvos.