Pregunta: "¿Qué significa que habrá burladores en los últimos tiempos?"
Respuesta:
Dos pasajes de la Biblia dicen que "en los postreros días, vendrán burladores". Tanto 2 Pedro 3:3 como Judas 1:18 explican lo que eso significa. Un "burlador" en este contexto es aquel que se burla de Cristo, ridiculiza las cosas de Dios y se opone al evangelio. Tanto Pedro como Judas escribían advertencias contra los falsos maestros que intentaban engañar a los demás. La palabra burlador se refiere a alguien que niega las verdades de las Escrituras y atrae a otros para que sigan su error.
Los burladores han estado presentes desde el Jardín del Edén. La primera tentación de Satanás al hombre fue la de burlarse del mandato de Dios: "¿Conque Dios os ha dicho...?" (Génesis 3:1). Los burladores predominaron en los días de Noé (Génesis 6:5-8; Hebreos 11:7), no dejándole a Dios otra opción más que destruirlos y empezar de nuevo con Noé, el único hombre justo en la tierra. Los burladores se niegan a creer en la palabra del Señor y se erigen como sus propios dioses (2 Crónicas 36:16). El salmista advierte del peligro de la divagación que resulta de la relación casual con los malvados para sentarse "en la silla de los burladores" (Salmo 1:1), abrazando su cosmovisión y compartiendo su destino.
Aunque los burladores siempre han formado parte de este mundo caído, las Escrituras parecen indicar que, a medida que se acerque el Día del Señor, las burlas aumentarán. Pedro describe a estos burladores como aquellos que "andan según sus propias concupiscencias" (2 Pedro 3:3) y cuestionando la segunda venida del Señor Jesús (2 Pedro 3:4). Han pasado miles de años desde que Jesús ascendió al cielo, prometiendo regresar por Sus fieles (Juan 14:1-4; Apocalipsis 22:12). Los burladores señalan el lapso de tiempo y se burlan de aquellos que aún esperan y anhelan Su venida (2 Timoteo 4:8; 2 Tesalonicenses 1:7).
Judas describe a los burladores de los últimos tiempos como gente que sigue los deseos impíos y crea división en la iglesia (Judas 1:18). Incluso pueden presentarse como líderes de la iglesia, pero "no tienen el Espíritu" (Judas 1:19). Pablo explica con más detalle la condición del mundo antes de que Jesús regrese: "También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita" (2 Timoteo 3:1-5). Los burladores encajarán perfectamente con esa gente.
Hoy en día vemos un incremento de burladores en nuestro mundo, y varios factores pueden estar contribuyendo a ese aumento. El acceso constante a los medios de comunicación, Internet y otras formas de tecnología proporcionan una plataforma abierta para cualquiera que tenga una opinión, y burlarse de todo lo que alguna vez se consideró honorable se convierte en un pasatiempo favorito. Los burladores se sienten orgullosos en las redes sociales por aquellos que pueden aprobar instantáneamente su burla. Mucha gente ha sido educada más allá de su inteligencia, y este nuevo mundo sin límites morales está produciendo burladores en lugar de pensadores. Muchos tratan de usar la formación científica para decir que, ya que la realidad del Dios Creador no puede ser probada por el entendimiento del hombre, entonces Dios no debe existir. Al rechazar las Escrituras, la humanidad ha perdido su brújula moral, dejándonos sin manera de determinar lo correcto o lo incorrecto, lo bueno o lo malo, la verdad o la mentira. En este contexto, cualquiera que afirme saber la verdad es un objetivo primordial para los burladores.
La arrogancia lleva a la burla, de la misma manera que lo hacía antes de la Torre de Babel (Génesis 11:1-4). Cuando la gente se envanece sobre su propia importancia, comienzan a desafiar cualquier cosa que amenace la alta opinión que tienen de sí mismos. Una vez que quitamos la idea de Dios fuera de toda consideración, cualquier cosa vale. Los burladores han tratado de redefinir el matrimonio, destruir el género humano y crear un mundo de fantasía en el que la realidad se convierte en lo que nosotros creemos que es. No hace mucho tiempo, esa forma de pensar era una definición de locura. Ahora se nos dice que es la sabiduría suprema. Romanos 1:21-22 nunca ha sido más relevante: "Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios".
El incremento de burladores es una señal de los últimos tiempos. Profesan ser sabios, pero en realidad son necios (Salmo 14:1). Independientemente de la línea de tiempo escatológica que uno prefiera, todos estamos de acuerdo en que el número de burladores y engañadores está aumentando rápidamente, tal como las Escrituras nos advirtieron que sucedería (2 Juan 1:7). Es de vital importancia que cada cristiano se tome en serio los mandamientos de estudiar y meditar en la Palabra de Dios (2 Timoteo 2:15; Josué 1:8), para que no nos dejemos engañar por las ideas arrogantes que nos presentan los burladores (2 Corintios 10:5).