Pregunta: "¿Qué es un calendario de advenimiento? ¿Qué relación tiene el calendario de advenimiento con la Navidad?"
Respuesta:
La palabra "Advenimiento" tiene un origen latino que significa "la venida" o, más exactamente, "la llegada". Para los creyentes cristianos, la Navidad es uno de los mayores acontecimientos del calendario oficial, ya que es la celebración del mayor regalo que Dios ha hecho a la humanidad. Ese regalo fue Jesús, el propio Hijo de Dios, que nació en este mundo en forma humana y vino a vivir entre nosotros para mostrarnos la verdadera naturaleza de Dios, experimentar con nosotros las alegrías y las tristezas humanas y, finalmente, ir por Su propia voluntad a morir de una manera horrenda y agónica. De esta forma se pagó el precio de todo el pecado humano que nos había apartado de nuestro Santo Dios y Padre Celestial, lo que resultó en nuestra completa y total reconciliación con Él.
Hace siglos, la importancia de este acontecimiento hizo que muchos cristianos sintieran que era inadecuado marcar sólo un día en el calendario anual para celebrar este increíble regalo de Dios. Los creyentes tenían (y siguen teniendo) una sensación de admiración, gratitud y asombro tan grande por lo que ocurrió en la primera Navidad, que sintieron la necesidad de un período de preparación previo. Así, no sólo podían dedicar tiempo a meditar en ella, sino también a enseñar a sus hijos el extraordinario significado de la Navidad.
Al principio, los días que precedían a la Navidad se marcaban con tiza en las puertas de los creyentes. Luego, en Alemania, a finales del siglo XIX, la madre de un niño llamado Gerhard Lang le hizo a su hijo un Calendario de Advenimiento hecho con 24 deliciosos caramelos pegados en un cartón. Lang nunca olvidó la emoción que sentía cuando le regalaban su calendario de Advenimiento a principios de cada diciembre, y como éste le recordaba cada día que la mayor celebración de todo el año se aproximaba más y más. De adulto, se asoció con su amigo Reichhold y abrió una imprenta. En 1908, elaboraron lo que se considera el primer calendario de Advenimiento impreso, con una pequeña ilustración a color para cada día del Advenimiento. Posteriormente, a principios del siglo XX, se les ocurrió la idea de transformar las ilustraciones en pequeñas ventanitas para que los niños las abrieran cada día y así despertaran una mayor expectativa.
La idea del Calendario de Advenimiento fue aceptada por otras imprentas, pues la demanda aumentó rápidamente, y se produjeron muchas versiones, algunas de las cuales llevaban impresos versículos bíblicos adecuados para la época de Advenimiento. El Calendario de Advenimiento se hizo popular a nivel internacional y los niños de todo el mundo lo pedían a medida que se acercaba el mes de diciembre. Lamentablemente, la costumbre llegó a su fin con el comienzo de la Primera Guerra Mundial, cuando se racionó estrictamente el cartón y sólo se permitió su uso con fines relacionados con la guerra. Sin embargo, en 1946, cuando el racionamiento comenzó a disminuir tras el final de la Segunda Guerra Mundial, un editor de nombre Richard Sellmer volvió a introducir el pequeño y colorido Calendario de la Navidad, y de nuevo fue un éxito inmediato.
Lamentablemente, el Calendario de Advenimiento, aunque sigue siendo popular entre los niños, ha perdido su verdadero significado para muchos. Con frecuencia, los niños y sus padres no tienen ni idea de la historia del pequeño calendario ni de su verdadera finalidad, la cual consiste en prepararnos para la celebración del advenimiento del Niño Jesús. Aun así, el hecho de que el mundo siga celebrando la Navidad con ilusión puede servir de oportunidad para que los que sí conocen a Jesucristo compartan el evangelio y la esperanza que tenemos en Él. Que nuestra alegre anticipación en el tiempo de Advenimiento nos recuerde no sólo que Cristo vino, vivió una vida perfecta, murió por nuestros pecados y resucitó para darnos la salvación, sino que también regresará. Y que nos animemos a compartir la realidad de la salvación en Él con todos los que nos rodean.