Pregunta: ¿Podría el calvinismo ser un obstáculo para la propagación del evangelio de Cristo?
Respuesta:
El calvinismo es el término aplicado a una creencia que tiene una alta visión de la soberanía de Dios, especialmente en cuanto se relaciona con la salvación. Los calvinistas están convencidos de que la Biblia enseña que el ser humano está corrompido en pecado en todo su ser y que no puede hacerse aceptable a Dios a través de ningún tipo de esfuerzo propio. Los calvinistas sostienen que en la eternidad pasada Dios escogió a algunos entre la humanidad para sí mismo. En el curso del tiempo, Dios otorga la fe y el arrepentimiento a sus elegidos para que puedan despertar a su estado pecaminoso y necesidad de gracia. Aquellos a quienes Él salva serán preservados por la eternidad por el Señor y perseverarán en seguirle; es decir, si realmente le pertenecen, no pueden y no se alejarán nunca porque Él los mantiene seguros.
El punto que hace que algunos crean que el evangelismo no es importante es el de la "expiación limitada". Este punto del calvinismo enseña que Cristo murió sólo por los elegidos. El argumento teológico que se ofrece es que, si Cristo en realidad murió por cada ser humano en la historia del mundo, entonces nadie iría al infierno ya que sus pecados ya están pagados. Pero como sabemos que las Escrituras enseñan que muchos pasan la eternidad separados de Dios, debe ser que sus pecados no estaban cubiertos en la expiación. O bien hay personas en el infierno por quienes Cristo murió, una conclusión insostenible desde el punto de vista bíblico.
Algunos podrían decir: "Cristo pagó por los pecados de todos, pero depende de cada persona decidirse y aceptarlo". Esa es toda la cuestión entre el calvinismo (monergismo) y el arminianismo (sinergismo). Porque si el hombre es quien emite el voto decisivo, entonces ¿cómo es Dios soberano? Además, si el sacrificio de Cristo necesita la aceptación del hombre para validarlo, entonces no puede ser el sacrificio suficiente que la Biblia dice que es. (Vea Romanos 5, Efesios 1:3-14). La Biblia nos dice que amamos a Dios porque Él nos amó primero (1 Juan 4:19), no al revés.
Pero el calvinismo, y casi cualquier otra cosa si está fuera de balance, podría obstaculizar el evangelismo. El argumento hipotético planteado contra el calvinismo es este: "Ya que Dios eligió a los suyos en la eternidad pasada; y, ya que Él concede el arrepentimiento y la fe necesarios para acercarse a Él; y, ya que todos los que Él ha escogido vendrán a Él de hecho (Juan 6:37); y todos aquellos que vienen a Él están eternamente seguros; entonces, se deduce que el hombre no está involucrado en la salvación". Pero esta es una conclusión errónea. El hombre está muy involucrado. Dios ordena el fin: la salvación del hombre perdido. Pero Dios también ordena los medios para conseguir ese fin: el evangelismo. Dios pudo haber ordenado cualquier número de formas para comunicar la salvación. Él ha dado una revelación de Él mismo en la creación y la conciencia (Romanos 1 - 2). Pero ha escogido específicamente comunicar el mensaje del Evangelio a través de los creyentes compartiendo el mensaje de la salvación (Romanos 10:9-17). Así que, sea uno calvinista o no, el evangelismo es responsabilidad de todos los creyentes. Históricamente, el calvinismo no solo no disminuyó la carga de los calvinistas por las almas, ¡la purificó! ¡Los calvinistas estuvieron entre los más grandes evangelistas en la historia de la iglesia, motivados por el amor a su Señor y Salvador que los escogió y los salvó "antes de la fundación del mundo" (Efesios 1:4)!
Antes de que realmente entendamos la soberanía de Dios en la salvación, a menudo pensamos que la carga recae sobre nosotros para "producir" decisiones para Cristo. Actuamos como si la salvación de una persona dependiera de nosotros. Así que cuando compartimos el Evangelio y es rechazado, de alguna manera pensamos que fracasamos en hacer que esa persona creyera y que necesitamos una presentación más ingeniosa o pulida del plan de salvación. Podríamos sentirnos tentados a diluir el Evangelio la próxima vez para obtener la respuesta deseada. Pero una vez que entendemos las Doctrinas de la Gracia, la presión para forzar una "decisión" se elimina. Ahora, damos testimonio porque queremos ser fieles a nuestro amado Señor. El evangelismo entre los calvinistas se impulsa por la frase familiar "¡Por su gracia, y para su gloria!" No, el calvinismo no debería obstaculizar el evangelismo. Si acaso, debería dar a nuestro testimonio una gran valentía con motivos puros.
