Pregunta: "¿Qué dice la Biblia sobre cazar fantasmas?"
Respuesta:
Cazar fantasmas es la actividad de ir a los lugares supuestamente embrujados para investigar la presencia de espíritus. Los llamados cazadores de fantasmas se han convertido en un fenómeno muy popular, ya que cuentan con sus propios programas de televisión y se aprovechan del deseo de la sociedad de sentir emociones. Por lo general, estos cazadores de fantasmas usan equipos electrónicos como medidores de CEM (campo electromagnético), cámaras con rayos infrarrojos y dispositivos de grabación de audio. Buscan zonas frías en el aire, voces o luces, que son supuestos indicadores de la presencia de fantasmas. La caza de fantasmas ha sido calificada de "pseudociencia" y "tecno-mística" y ha sido muy criticada por sacar conclusiones no científicas en base a los datos recogidos. La Biblia no tiene nada que decir específicamente con respecto a la práctica a la caza de fantasmas, pero sí tiene algunas cosas que decir sobre los espíritus y lo oculto.
En el tiempo del Antiguo Testamento, el consultar o contactar a los muertos era una práctica de los vecinos paganos de Israel. La Ley de Dios prohibía rotundamente el contacto con los muertos; la práctica de buscar a los muertos era "una abominación" (Deuteronomio 18:11-12). En varias oportunidades, la Ley advirtió que no se consultara a los médiums ni a los nigromantes (Levítico 19:31; 20:6, 27).
En toda la Biblia, la comunicación con los muertos es asociada con el mal. El buen rey Josías fue recordado por haber eliminado todas esas prácticas durante su reinado (2 Reyes 23:24). Resulta interesante que el rey Saúl también libró al país de médiums y espiritistas en su reinado, pero luego, cuando Dios se apartó de él, se disfrazó y visitó a una médium, la llamada bruja de Endor. En uno de los pasajes más intrigantes de toda la Biblia, la médium invoca al espíritu de Samuel, y el profeta fallecido comunica a Saúl el mismo mensaje que ya había recibido de Dios, es decir, que el reino de Saúl le sería quitado (1 Samuel 28:1-25).
La caza de fantasmas es diferente a lo que hacen los videntes, pero también está relacionada con el contacto con los muertos. Los que investigan la actividad paranormal normalmente hablan con los espíritus y les piden que se comuniquen con ellos, lo cual es una clara violación del mandato bíblico. Los cazadores de fantasmas dicen que realizan la caza por razones científicas, para saber de verdad lo que hay y si existe alguna justificación para creer en lo sobrenatural. Sin embargo, las organizaciones de caza de fantasmas en realidad no siguen el método científico. En cambio, se basan en las respuestas subjetivas y emocionales de los cazadores de fantasmas, y usan "la historia del lugar" y hasta tableros de Ouija para obtener datos válidos. Cabe suponer que existe algo más que un motivo científico para la caza de fantasmas. La caza de fantasmas no es sino una forma de volver de nuevo a la vieja y pecaminosa atracción por lo oculto en una época tecnológica.
Según la Biblia, la única verdadera causa de un embrujamiento sería la presencia de demonios. Si estos cazadores de fantasmas se topan alguna vez con la presencia real de fuerzas demoníacas, seguramente sufrirán el mismo destino que los siete hijos de Esceva (Hechos 19:14-16), o incluso algo peor.