Pregunta: ¿Qué es el centrismo? ¿Debe un cristiano ser centrista?
Respuesta:
Los creyentes deben seguir la guía del Espíritu Santo en todas las cosas (Judas 1:19). Eso puede resultar en la aprobación o el rechazo entusiastas de ciertas ideas y políticas. Otras veces, puede requerir un humilde intento de encontrar el equilibrio (Proverbios 18:17). La decisión de seguir la guía del Espíritu se debe tomar antes de considerar las opiniones de cualquier partido político secular. Dado que la Biblia pide a los cristianos que sean razonables (Filipenses 4:5) y sensatos (Proverbios 14:15), es tentador concluir que los cristianos deben ser obligatoriamente "centristas". Pero no es tan sencillo. Más allá de los casos extremos, es imposible categorizar la fe bíblica con sellos políticos (Filipenses 1:27). Las etiquetas simples no explican los matices de las creencias. Y las palabras suelen estar sujetas a interpretación y redefinición.
El cristianismo bíblico establece principios cruciales para un enfoque piadoso y coherente de la política. Sin embargo, la mayoría de los desacuerdos políticos tienen que ver con los métodos, no con los propios ideales. Las Escrituras exigen que cuidemos de las viudas y los huérfanos (Santiago 1:27), pero no ordenan ni prohíben la asistencia social financiada con impuestos. Que debamos someternos a la restricción del mal por parte del gobierno es bíblico (Romanos 13:1, 4), pero la Biblia no explica con precisión cómo debe manejar una cultura las fuerzas del orden o el ejército. Incluso las cuestiones con una base moral explícita están sujetas a cuestiones prácticas, como el equilibrio entre el poder del gobierno y la libertad individual (Romanos 14:1; 1 Corintios 10:23-24).
Según la definición más común, un "centrista" adopta posturas políticas distintas de los extremos, a menudo equilibrando los deseos de filosofías opuestas. Está relacionado con el término moderado, pero centrista suele implicar un intento deliberado de encontrar políticas con un amplio atractivo. Muchas veces se critica injustamente a los centristas partiendo de suposiciones demasiado simplificadas. Una es la sugerencia de que el centrismo es indeciso. Otra es que siempre adopta una postura simplista o incluso ingenua, exactamente entre dos bandos. Es más exacto decir que los centristas pueden favorecer el cambio, pero en pasos más pequeños que el enfoque "progresista". Los centristas pueden apreciar el statu quo, pero están más abiertos al cambio que la mentalidad "conservadora".
Al menos en Estados Unidos, la mayoría de la gente tiene un elemento de pensamiento político centrista. En términos generales, las religiones, las armas de fuego, las sustancias que alteran la mente, etc., no están prohibidas, pero tampoco están completamente desreguladas. La Constitución de EE.UU. casi exige un enfoque centrista, ya que efectuar cambios legislativos no es ni imposible ni fácil. El resultado previsto es un equilibrio entre los derechos y las preocupaciones de todos los involucrados.
Cualquier filosofía política, incluido el centrismo, se convierte en idolatría cuando anula nuestra obediencia a Dios (ver Hechos 5:29). Como ocurre con cualquier visión política secular (Colosenses 2:8), ningún creyente debe ser "centrista" por sí mismo. Los creyentes tampoco están obligados a evitar tales etiquetas y conexiones.