Pregunta: "¿Es la idea del chi compatible con la fe cristiana?"
Respuesta:
Chi (que también se deletrea ch'i o qi) se puede definir como "la fuerza de la energía que da vida a todas las cosas". La idea del chi proviene del Taoísmo, que enseña que hay beneficios espirituales y en la salud para el desarrollo y el fortalecimiento del chi interior. Esto se realiza a través de la meditación, ejercicios y otras técnicas. La acupuntura que es la medicina tradicional china, y algunas artes marciales como el Tai Chi, tienen el objetivo final de equilibrar y mejorar el chi de una persona tanto a nivel físico, mental, emocional y espiritual.
Por definición, la idea del chi no es compatible con la fe cristiana. Una doctrina fundamental del cristianismo es que Dios creó todas las cosas por medio de Jesús (ver Génesis 1:1 y Juan 1:1-4). Es Dios quien da la vida, y por Dios a través de Jesús, todas las cosas subsisten (ver Salmo 147:9 y Colosenses 1:16-17).
Algunos pueden argumentar que el chi sólo es un término diferente para la "vida" que Dios sopló en Adán (Génesis 2:7). Sin embargo, no podemos trasplantar el término chi en la fe cristiana porque la filosofía detrás del chi (Taoísmo) también es incompatible con el cristianismo. Por ejemplo, el punto de vista taoísta de "Dios" es que cada persona tiene su propia definición de lo que es "dios", y cada definición es perfectamente aceptable, que no es ni correcta ni equivocada. En la fe cristiana, no se puede definir a Dios por las percepciones de la gente. Más bien, Él revela quién es para nosotros (ver Jeremías 29:13-14). Mientras que Dios es infinito y más allá de la plena comprensión humana, Él ha revelado ciertas cosas acerca de sí mismo y lo podemos conocer personalmente. En el cristianismo, Jesucristo es el único camino para una verdadera relación con Dios (ver Juan 14:5-7).
La idea del chi no se puede separar del reino espiritual. Cuando alguien se involucra con el mundo espiritual, se va a encontrar con Dios o con los demonios. En el antiguo testamento Dios prohibió a Israel a participar en ciertas prácticas ocultistas. Esto era para su propia protección; las prácticas prohibidas los hubiera puesto en contacto con fuerzas demoníacas (ver Deuteronomio 18:9-13).
Las prácticas supuestamente inocentes, como el tratar de equilibrar o fortalecer el chi en una persona, pueden en realidad producir algunos aparentes beneficios, o al menos efectos no "perjudiciales", sin embargo, si esas prácticas no están alineadas con una cosmovisión bíblica, entonces se deben evitar. El chi es una falsificación de la clase de la vida que Cristo ofrece (ver Juan 10:10).