Pregunta: ¿Debo compartir mi fe cristiana con alguien del sexo opuesto?
Respuesta:
La Biblia no da directrices específicas sobre cómo compartir la fe con el sexo opuesto. Sí tenemos el ejemplo de Jesús, que habló de tú a tú con una mujer samaritana sobre su necesidad espiritual (Juan 4). Y en el libro de los Hechos, Priscila y Aquila hablan con un hombre llamado Apolos sobre el evangelio (Hechos 18:26); sin embargo, se limitaron a corregir algunas ideas erróneas que tenía Apolos, no a testificar realmente ante él.
La Biblia dice que compartir el Evangelio es una responsabilidad primordial (Hechos 1:8). Puesto que no hay ninguna instrucción bíblica de compartir el evangelio sólo con personas del mismo sexo, podemos suponer que está bien que los hombres compartan su fe con las mujeres, y viceversa. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas cuestiones prácticas. Siempre es necesario el discernimiento a la hora de tratar con la gente de tú a tú.
Una joven cristiana debe actuar con sabiduría al compartir su fe de tú a tú con un hombre. Hay hombres que fingirán estar interesados en el Evangelio cuando en realidad lo único que quieren es hablar con una chica. Un interés fingido por las cosas espirituales puede enmascarar un interés más dominante por las cosas físicas. Cuando un hombre casado comparte su fe con una mujer, debe tomar medidas para evitar situaciones comprometidas o malentendidos. Muchos pastores se empeñan en aconsejar a las mujeres sólo cuando sus esposas u otra mujer pueden participar en la sesión de consejería. La pauta bíblica de testificar "de dos en dos" puede evitar muchos problemas potenciales (Lucas 10:1).
Si tienes un amigo del sexo opuesto que tiene algún problema espiritual o quiere hablar de tu fe, no hay ningún problema en que hables con él o ella de tú a tú, siempre que actúes con cautela. Ora pidiendo sabiduría en cada situación (Santiago 1:5). En todas las relaciones personales, lo mejor es orar, abordar las cosas caso por caso y, simplemente, hacer uso del sentido común.