Respuesta:
El complementarianismo es la enseñanza según la cual la masculinidad y la feminidad son ordenadas por Dios y que los hombres y las mujeres son creados para complementarse o completarse mutuamente. Los complementarianistas creen que los roles de género que se encuentran en la Biblia son distinciones significativas y con propósito que, cuando se aplican en el hogar y en la iglesia, promueven la salud espiritual tanto del hombre como de la mujer. Al aceptar los roles que Dios ha ordenado a los hombres y mujeres, se fomenta el ministerio del pueblo de Dios y se permite que los hombres y mujeres alcancen el potencial que Dios les ha dado.
El punto de vista del complementarianismo comienza con Génesis 1:26-27, donde se dice que Dios creó a la humanidad, hombre y mujer, a Su propia imagen. Génesis 2:18 contiene el detalle adicional según el cual Dios creó a Eva específicamente para complementar a Adán: "No es bueno que el hombre esté solo". Haré una ayuda idónea para él". Los dos géneros son, por lo tanto, parte del orden creado por Dios. Cualquier confusión moderna de los géneros o distorsión de los roles es un resultado de la Caída.
El complementarianismo sigue el modelo de Efesios 5:21-33 para el hogar. El marido tiene la función de jefe de la familia. Debe cuidar a su esposa y dirigir a su familia con amor, humildad y sacrificio. La esposa tiene el papel de criar a sus hijos e intencionalmente, someterse voluntariamente al liderazgo de su marido. Cuando ambos, marido y mujer, se complementan de esta manera, Cristo es honrado. De hecho, el matrimonio en sí mismo llega a ser lo que se había diseñado que fuera: una imagen viva de Cristo y la iglesia (versículo 32).
En la iglesia, el complementarianismo tiene como modelo 1 Timoteo 2:11-3:7 y Tito 2:2-6. Bíblicamente, los hombres de la iglesia tienen la responsabilidad de proveer liderazgo espiritual y entrenamiento. Las mujeres deben ejercer sus dones espirituales de cualquier manera que la Escritura permita — la única prohibición es "enseñar o asumir autoridad sobre un hombre" (1 Timoteo 2:12). Cuando los hombres y las mujeres cumplen con los roles que Dios les ha dado dentro de la iglesia, Cristo es honrado. De hecho, la propia iglesia llega a ser lo que se había diseñado que fuera: una imagen viva del cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:12-27).
El punto de vista opuesto es el igualitarismo, que enseña que, en Cristo, ya no hay distinciones de género. Esta idea proviene de Gálatas 3:28. Puesto que todos los creyentes son uno en Cristo, los igualitarios dicen que los roles de hombres y mujeres son intercambiables en el liderazgo de la iglesia y en el hogar. El igualitarismo considera que las distinciones de género resultantes de la Caída y la redención de Cristo como la eliminación de esas distinciones, trayendo unidad. El complementarianismo ve las distinciones de género como resultado de la Creación y la redención de Cristo como un retorno a esas distinciones, evitando la confusión. Pablo se pone del lado de los complementarianistas, citando el orden de la creación como base de su enseñanza: "Porque primero fue formado Adán, luego Eva" (1 Timoteo 2:13).
Una diferencia de rol no equivale a una diferencia de calidad, importancia o valor. Los hombres y las mujeres son igualmente valorados a los ojos de Dios y en Su plan. El complementarianismo busca preservar las diferencias bíblicas entre los roles del hombre y la mujer, valorando la calidad e importancia de ambos géneros. El resultado del verdadero complementarianismo es el honrar a Cristo y la armonía en la iglesia y en el hogar.
