Respuesta:
El Salmo 89:5–7 dice: "Los cielos alabarán Tus maravillas, Señor, y también Tu fidelidad en la asamblea de los santos. Porque, ¿quién en el firmamento se puede comparar al Señor? ¿Quién entre los hijos de los poderosos es como el Señor, Dios muy temido en el consejo de los santos, e imponente sobre todos los que están en Su derredor?" (NBLA). Estos versículos presentan un concilio divino: seres celestiales a los que se hace referencia como "el consejo de los santos". El Salmo 82:1 también indica que "Dios está en la reunión de los dioses; En medio de los dioses juzga" (Salmo 82:1).
También se podría hacer referencia a este concilio divino en Nehemías 9:6, que dice: "Solo Tú eres el Señor. Tú hiciste los cielos, Los cielos de los cielos con todo su ejército, La tierra y todo lo que en ella hay, Los mares y todo lo que en ellos hay. Tú das vida a todos ellos Y el ejército de los cielos se postra ante Ti" (NBLA). El "ejército" de los "cielos de los cielos" probablemente son seres angelicales. Dios es el Señor de los ejércitos (Salmo 24:10; Isaías 44:6). El Dios que preside en el concilio divino es soberano, sobre todo, incluyendo los seres espirituales en Su concilio divino.
Otros pasajes de la Escritura describen escenas que podrían interpretarse como una reunión del concilio divino. En Job 1:6, se realiza una asamblea en el cielo: "Un día, cuando los hijos de Dios vinieron a presentarse delante del Señor..." (NBLA). En 1 Reyes 22:19, el profeta Micaías nos cuenta una visión: "vi al Señor sentado en Su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a Él, a Su derecha y a Su izquierda" (NBLA). Micaías describe cómo los seres espirituales allí propusieron varios medios para cumplir la voluntad de Dios, y Dios escogió a un espíritu para cumplir la tarea. En Daniel 4:17, los ángeles presentan una decisión tomada por el concilio divino: "La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres". El concilio divino estaba en la presencia de Dios y se le dio la tarea de decidir el juicio de Nabucodonosor y comunicar el veredicto a Daniel en un sueño.
Dios no necesita un concilio divino para que le dé ideas o apruebe Sus decisiones. Él es el Dios omnisciente Todopoderoso. En Su sabiduría, Dios ha creado un concilio divino para estar en Su presencia y les permite participar en diversos juicios y decretos.
Es una maravilla que Dios permita a los seres creados conocer Sus caminos e incluso participar en Su plan. El concilio divino tiene el privilegio de participar en los planes de Dios y, hasta cierto punto, nosotros también: "La oración eficaz del justo puede mucho" (Santiago 5:16). Y Dios nos elige como ministros de la reconciliación al compartir el evangelio: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo" (Mateo 28:18–19; cf. 2 Corintios 5:18).