Pregunta: "¿Cómo puede la Biblia traer consuelo durante un tiempo difícil?"
Respuesta:
La Biblia es la Palabra de Dios escrita para Su pueblo y, por lo tanto, contiene todo lo que necesitamos para estar "completos" (2 Timoteo 3:15-17). Una parte de ese "todo" que necesitamos es el consuelo. La Biblia tiene mucho que decir acerca del consuelo y tiene muchos versículos que nos consuelan en los momentos difíciles de la vida. Sí, ¡la Biblia nos consuela!
La vida está llena de dificultades. Todos pasamos por situaciones difíciles de una u otra manera. A veces aparecen de repente, otras veces son progresivas. Quizá hayamos sufrido la muerte de un ser querido o hayamos sido abandonados por un familiar. Tal vez nuestra salud esté afectada o nuestras finanzas sean inestables. Independientemente de las dificultades, todos nos vemos afectados en algún momento de nuestra vida, y la Biblia asegura que esto es inevitable (Job 5:7; Génesis 3:17; Proverbios 22:8). La Biblia es la Palabra de Dios (Isaías 55:11), escrita por los siervos de Dios por inspiración del Espíritu Santo (2 Pedro 1:21) y nos sirve de guía y ayuda en nuestra vida diaria.
¿Cómo nos consuela la Biblia? Quizás el aspecto más importante de la Palabra de Dios son las promesas que contiene, promesas que el Señor hace a aquellos que están dispuestos a confiar en Él. Son estas promesas las que traen consuelo, promesas que alimentan la más débil chispa de la fe salvadora para brindar como recompensa el consuelo, la paz y el gozo en el Espíritu Santo. Hay muchas promesas en la Biblia que necesitan ser acompañadas de la fe para poder ser cumplidas, pues sin fe es imposible agradar a Dios, el que nos da consuelo en momentos de angustia (Hebreos 11:6; 2 Corintios 1:5; Salmo 46:1).
Está claro que las promesas de Dios no pueden aplicarse de la misma manera a los incrédulos, con los cuales Dios se enoja constantemente (Salmo 7:11). No obstante, es por la gracia de Dios, a través de la obra de la regeneración que se produce en la conversión, que estas promesas se hacen realidad y se convierten en el mismo combustible que impulsa a Su pueblo a una mejor fe y a una mayor obediencia. Estas cosas están relacionadas; confiamos en las promesas de Dios, y Él ha prometido recompensarnos con alegría, paz y consuelo, cosas que el mundo no nos puede ofrecer. Una de las principales maneras en que la Biblia consuela es Isaías 26:3. Acéptalo con fe, pidiendo la ayuda del Señor, y no quedarás decepcionado.