Pregunta: ¿Qué significa que el corazón es extremadamente perverso en Jeremías 17:9 (NTV)?
Respuesta:
Jeremías 17:9 (NTV) dice: "El corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es?". El contexto inmediato del versículo habla de la pecaminosidad de Judá a pesar de todas las bendiciones de Dios. Jeremías 17:1 dice: "El pecado de Judá escrito está con cincel de hierro y con punta de diamante; esculpido está en la tabla de su corazón, y en los cuernos de sus altares". Decir que su pecado está inscrito en las tablas de su corazón es similar a decir que son "extremadamente perversos" en el versículo 9.
La frase "extremadamente perverso" procede de la NTV. Algunas traducciones modernas utilizan otros términos, como "No tiene remedio" (NVI) y "sin remedio" (NBLA). La palabra hebrea traducida "extremadamente perverso" tiene la idea de una enfermedad terminal e incurable.
Aunque el contexto inmediato habla de la nación de Judá, esa nación ilustra la condición humana que se da en todas partes y para todos. Se trata de un concepto que los teólogos han denominado "depravación total".
Romanos 1-3 habla de la depravación total de la humanidad. Los versículos siguientes sirven para ilustrar este punto:
Romanos 1:29-32: "estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican".
Romanos 3:9-18: "¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; quebranto y desventura hay en sus caminos; y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos".
No todas las personas cometerán todos los pecados enumerados anteriormente. La depravación total no significa que cada persona sea tan mala como pueda serlo, sino que cada persona está completamente consumida por el pecado y no hay esperanza de que cambie y "mejore" por sí misma. Somos "extremadamente perversos". Romanos 8:8 dice: "los que viven según la carne no pueden agradar a Dios". "Según la carne", en el contexto se refiere a la persona natural que no ha sido regenerada por el Espíritu de Dios. La "enfermedad" es terminal e incurable, hasta el punto de que Pablo describe a los no regenerados como "muertos en pecados" (Efesios 2:1; Colosenses 2:13).
La única esperanza para el corazón humano pecador es someterse a un cambio sobrenatural. Jeremías 31:33 da la solución. Donde antes estaba inscrito el pecado en el corazón de Su pueblo, Dios proporciona una nueva inscripción: "Porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, declara el Señor. "Pondré Mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré. Entonces Yo seré su Dios y ellos serán Mi pueblo".
Jesús vino a inaugurar un Nuevo Pacto para que los pecados pudieran ser perdonados y los pecadores pudieran nacer de nuevo (Juan 3:5). Como personas "extremadamente perversas", no podemos reformar nuestros corazones por nuestro propio esfuerzo. La única solución es que Dios convierta nuestros corazones en nuevos, limpiándolos del pecado y volviendo a orientarlos básicamente para agradarle a Él.