Pregunta: ¿Qué son los cristianos de letras rojas?
Respuesta:
El nombre "cristianos de letras rojas" hace referencia a las palabras de Jesús, impresas en rojo en muchas ediciones del Nuevo Testamento. Los cristianos de letras rojas son un grupo de cristianos liberales cuyo deseo es contrarrestar la influencia política de los cristianos conservadores. En los últimos treinta años, la voz del cristianismo evangélico ha sido bastante prominente en el proceso político, para disgusto de secularistas, no evangélicos y cristianos liberales. A medida que los cristianos conservadores se unían en grupos como la Mayoría Moral, la Coalición Cristiana y American Values, figuras populares del cristianismo liberal empezaron a sentirse privados de sus derechos. Consideraban que su fe había sido "secuestrada" por la derecha religiosa.
Entre los artífices del movimiento Red Letter se encuentran Jim Wallis, fundador de la revista Sojourners; Shane Claiborne, activista y líder del movimiento del Nuevo Monasticismo; Richard Rohr, conocido escritor católico; Brian McLaren, líder de la Iglesia Emergente; y Tony Campolo, popular conferenciante y autor de Red Letter Christians: a Citizen's Guide to Faith and Politics. Estos hombres deseaban contrarrestar la voz del evangelicalismo en el mundo político.
El grupo eligió el nombre por dos razones: en primer lugar, para subrayar que su filosofía política se basa en las enseñanzas de Jesús: un enfoque de la política gubernamental del tipo "¿Qué haría Jesús?". En segundo lugar, para parecer apolíticos: el apelativo "cristianos de letras rojas" evita las connotaciones políticas de etiquetas como "liberal" y "progresista", y facilita la afirmación del grupo de que trasciende la política. Por supuesto, la fundación del movimiento de los Cristianos de las Letras Rojas tuvo una motivación política, y la organización es intrínsecamente política, ya que apoya diversas políticas gubernamentales (liberales).
A los Cristianos de las Letras Rojas les molesta la obsesión de la derecha religiosa por el aborto y los derechos de los homosexuales. Como Jesús no se ocupó de estos dos asuntos, dicen, no deberíamos hacer de ellos cuestiones más urgentes que otras. En cambio, los Cristianos de las Letras Rojas se centran en las políticas que afectan a la pobreza, el calentamiento global, la discriminación racial, la función del ejército, la pena capital, la ayuda exterior y la educación pública.
Los Cristianos de las Letras Rojas creen que los valores morales deberían ser un tema importante de diálogo en la política estadounidense, pero que los cristianos conservadores han abrazado los valores equivocados. Los cristianos de las letras rojas pretenden redefinir los valores morales según su interpretación del Sermón del Monte de Jesús y otros pasajes de "letras rojas". Planean difundir su mensaje a través de sitios web, blogs, foros de candidatos, debates y guías impresas para los votantes.
Dejando a un lado la política, hay algunos problemas asociados al movimiento cristiano de las Letras Rojas. El primero se refiere a la teología abierta del grupo. Reunir diversos credos es muy tolerante y progresista, pero teológicamente insostenible. Entre los fundadores del movimiento hay quienes creen que debemos ganarnos el camino al cielo y quienes desconfían de la inspiración de la Palabra de Dios.
El segundo problema tiene que ver con el enfoque fragmentario que el grupo da a las Escrituras. Concentrarse en ciertas partes de la Biblia excluyendo otras es desequilibrado y peligroso. "Toda la Escritura está inspirada por Dios" (2 Timoteo 3:16). Las Epístolas, por ejemplo, se escribieron para instruirnos sobre la aplicación práctica de las enseñanzas de Jesús y son tan inspiradas como las propias palabras de Jesús. Las palabras de Pablo no deben considerarse inferiores, como da a entender el término "cristianos de letras rojas".
Un tercer problema se refiere a su interpretación de las palabras de Jesús. En Su Sermón del Monte, Jesús no estaba tratando de escribir la política del gobierno nacional. Se presentaba a sí mismo como el cumplimiento de la Ley del Antiguo Testamento (Mateo 5:17) y el Salvador del pecado para todos los que creyeran en Él. Se separó claramente de todos los movimientos y paradigmas políticos cuando dijo: "Mi reino no es de este mundo" (Juan 18:36, NBLA).
Si bien es cierto que Jesús no era ni republicano ni demócrata, y que necesitamos un debate público sobre todos los valores morales, no solo sobre el aborto y la homosexualidad, debemos manejar la Palabra de Dios con honestidad y protegernos de quienes socavan la suficiencia de las Escrituras y el sacrificio de Cristo.
