Pregunta: "Yo soy un cristiano que es adicto a fumar. ¿Cómo puedo dejar de fumar?"
Respuesta:
Muchos cristianos que han sido grandes fumadores durante años pueden fácilmente empatizar con el sufrimiento de cualquiera que trate de dejar de fumar y pueden entender completamente la lucha experimentada por quienes desean dejar de fumar. Ciertamente no es fácil, pero se puede hacer. Muchos fumadores de dos paquetes por día ahora son libres de fumar y pueden dar testimonio de lo que se puede hacer cuando le entregamos el asunto a Dios y confiamos en Su fuerza y poder.
Existen numerosas razones por las que abandonar el hábito de fumar es una buena idea para todos, pero especialmente para los cristianos. Si un cristiano no está seguro de por qué dejar de fumar, y no está seguro de si es o no es pecado, nuestro artículo titulado "¿Cuál es el punto de vista cristiano sobre el fumar? ¿Es pecado fumar?", sería un buen lugar para empezar. Las razones señaladas en el artículo deben proporcionar suficiente motivación a un fumador que está todavía inseguro de si debe dejar de fumar o no. Si uno ya ha decidido dejar de fumar, debe entenderse que dejar de fumar es conocido por ser una de las cosas más difíciles de hacer. Investigaciones han demostrado que la nicotina es una sustancia muy adictiva, incluso más adictiva que la heroína, dicen algunos.
Pero ese hecho no necesita desalentarnos. Pablo nos dice en Filipenses, "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" Filipenses 4:13. Aunque es difícil, y una retirada completa puede tomar tiempo antes de que uno ya no desee cigarrillos, como cristianos debemos mirar a Dios de quien viene nuestra ayuda. Fijamos nuestros corazones en las cosas de arriba y oramos que el Señor nos dará la fuerza para ganar la victoria en esta prueba. Algunas personas dejan fuera al Señor en su intento de superar malos hábitos, y eso es un gran error. La oración ayuda en este tipo de situaciones, y estamos invitados a llevar nuestros problemas directamente al trono de Dios y a Aquel que puede resolverlos (Hebreos 4:16).
Confiar en el poder del Espíritu Santo no significa necesariamente que no se puede utilizar ayudas médicas para dejar de fumar. Muchos han recibido gran ayuda a través de los diversos parches, chicles, pastillas, etc. Después de la oración y una consulta con un médico, si Dios te da paz acerca del uso de una ayuda médica para dejar de fumar, no hay razón bíblica por qué no lo puedes hacer.
Dios ha declarado que Su gracia es suficiente (2 Corintios 12:9). Cuando somos débiles, Él es fuerte. Nuestro deseo de cigarrillos se reducirá a medida que crecemos y nos fortalezcamos en el Señor. El poder de Dios trabajará dentro de nosotros para aliviar la presión a fumar, todo para Su gloria. Dios nos dará la fuerza para poner a Cristo primero y nosotros mismos en último lugar. En esto encontraremos que lo que dejamos será más que compensado por lo que ganemos.
Estar inmerso en la Palabra de Dios es esencial para el cristiano que desea dejar de fumar. Aquí hay algunos versículos para memorizar y meditar, versículos que han ayudado a otros a obtener la victoria sobre la adicción al cigarrillo:
Juan 8:32, “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.
Juan 8:36 “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”.
1 Corintios 6:19-20 “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.
Hebreos 12:1–2, “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”.
Romanos 13:14, “sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne”.
1 Corintios 9:27, “sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado”.
Mateo 19:26, “Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible”.
Juan 15:5, “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”.
Efesios 4:22, “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos”.
Filipenses 4:13, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.