Pregunta: ¿Existen verdaderas diferencias entre los millenials y las personas de otras generaciones?
Respuesta:
Generalmente, las personas nacidas entre 1980 y 2000 se consideran parte de lo que se llama la generación del milenio o Generación Y. Esta generación ha enfrentado cambios masivos en tecnología, cultura y estabilidad económica, que han afectado la manera en que estos jóvenes adultos han abordado la vida, el empleo y la cultura. A menudo se acusa a los millenials de ser egocéntricos, perezosos y, en general, más inmorales que las generaciones anteriores. Específicamente, la Biblia no se refiere a la generación del milenio ni a las generaciones más antiguas. Sin embargo, las Escrituras sí hablan en detalle de la juventud y la vejez en ambos, el Antiguo y el Nuevo Testamento, lo que es importante para evaluar a la generación del milenio y despejar los malentendidos.
Una de las principales acusaciones contra los millenials es que son egocéntricos. Su uso de la tecnología y los teléfonos móviles se utiliza como prueba de una generación obsesionada consigo misma, enfocada en publicar selfies y obtener la mayor cantidad de "me gusta" en una publicación o foto. La generación del milenio ha experimentado un gran crecimiento en tecnología y, por lo tanto, está más involucrada en las redes sociales y la tecnología que las generaciones más antiguas. Sin embargo, afirmar de manera generalizada que todos los millenials son egocéntricos es similar a decir que todos los baby boomers son gruñones. Muchos millenials utilizan las redes sociales y sus teléfonos para mantenerse conectados con sus amigos e impactar en su comunidad, y las personas mayores también hacen eso. Gran parte del uso de teléfonos móviles y tecnología de los millenials está motivado por la necesidad de conectarse con otros y construir relaciones, una necesidad que Dios diseñó para tener el ser humano (Génesis 2:18; Eclesiastés 4:9-12).
Los de generaciones más antiguas también afirman que los millenials son perezosos o inexpertos. A lo largo del tiempo, los que son mayores tienden a menospreciar a las generaciones más jóvenes, y viceversa. Pablo reconoció esta desafortunada verdad y, por lo tanto, animó a su joven protegido, Timoteo, con estas palabras: "Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza" (1 Timoteo 4:12). Jeremías dudó de su capacidad para servir a Dios debido a su juventud, y sin embargo, el Señor lo animó: "No digas: “Soy joven”, Porque adondequiera que te envíe, irás, Y todo lo que te mande, dirás." (Jeremías 1:7, NBLA). En lugar de presentar críticas a las personas de las generaciones más jóvenes, es mejor ser un mentor y animador para aquellos que son jóvenes.
Finalmente, los millennials de hoy en día generalmente se acusan de ser más inmorales que las generaciones anteriores. Si bien es cierto que los millenials tienen más probabilidades de aprobar la convivencia y las relaciones del mismo sexo, hay estudios que indican que los millenials practican la abstinencia más que las dos generaciones anteriores. También se debe reconocer que, aunque la inmoralidad es mucho más visible hoy en día, eso no significa que no se cometieran pecados sexuales en las generaciones anteriores. Los jóvenes de todas las épocas han experimentado las tentaciones de la "concupiscencia juvenil" (2 Timoteo 2:22). Como afirma Salomón, "¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol." (Eclesiastés 1:9).
Aunque los millennials pueden tener algunas diferencias en la forma en que llevan a cabo su trabajo e interactúan socialmente, estas diferencias son puramente externas. En cuanto a los asuntos espirituales internos, no hay verdaderas diferencias. Todos los seres humanos, sin importar su edad, tienen todos el mismo problema básico de ser pecadores. Pablo afirma, "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). Está claro en las Escrituras que toda la humanidad está bajo el dominio del pecado y la muerte y que la única manera de ser salvado del pecado es confiar en la muerte, el entierro y la resurrección de Jesús (1 Corintios 15:1-4; Efesios 2:8-9; Romanos 6:23). En lugar de criticar a los millennials, la iglesia debería buscar evangelizar, mentorizar y alentarlos en la fe.
